viernes, 30 de octubre de 2009

Un Dios distinto de lo normal

Aquello no podía ser. Después de lo golfo que había sido, van, y le montan un cumple. Indignado estaba.

Había ido encantado a su primer día de catequésis, pensando que iba a estar con sus amigos, un poco excitado porque no sabía lo que era, algo agobiado si a esta actividad se unía la obligación de ir a misa los domingos...

Se le fue el agobio en cuando dijeron su nombre y el grupo al que le tocaba ir. Entró saltando.

Pero cuando llegó a casa me contó que le habían contado la increíble historia de un chaval que había pedido a su padre la paga de todo el curso y se la había gastado en malos, llegando incluso a comer con unos cerdos y suspirando por volver a casa a comer la tortilla de patatas de cada noche, porque pensaba que los cerdos de su padre comían incluso mejor que él.

No supo decirme qué era incluso, pero decía la palabra una y otra vez.

- incluso, eh?, incluso.

repetía.

La historia decía que el hermano del sinvergüenza este se agarró un rebote de tres narices al ver el fiestón que le hizo su padre cuando volvió, y él estaba de acuerdo, porque no es normal.

- ¿qué no es normal?

- ¿qué?

- que qué no es normal. O quién.

- el padre.

Hala. Mira lo que aprende el primer día de catequesis. Si lo sé le mando al culto de la Iglesia Evangélica. Que por lo menos cantan y dan palmas.

2 comentarios:

Blanca dijo...

Pues...,con un canto en los dientes te puedes dar por las conclusiones de tu catecúmeno! Que bien podría haber resumido su primera catequesis diciendo: -aquí, incluso gastándote todo en malas (porque la historia lo cuenta en femenino), cuando se te acaba el dinero, o se te acaban las malas, puedes volver a casa, porque tu padre que es muy bueno, te organiza un cumple, incluso. Y si tu hermano, se enfada, tu padre se enfada con él, porque tú, incluso teniendo alrededor patanegras a los que echar mano, has preferido comer la tortilla rica que tu padre te prepara.
Yo que tú..., lo dejaba estar.

Tula dijo...

Pues yo, como estoy en la otra banda y me ha tocado conocer más de un "hijo" de éstos, coincido plenamente con el sentido común libre e ingénuo: si el padre fuera "normal" no tendríamos que aguantar caradurías de los listos!!
Claro que a mi la catequesis no se si me llegó mucho ;)