martes, 20 de octubre de 2009

Fraga. O Don Manuel

Ha sido Fraga de toda la vida, desde cuando era ministro de Información y Turismo (que no sé quien unió las dos cosas) y se bañaba en Palomares con aquellos calzones imponentes. Y hasta que presidió la Xunta. Pero ahora en su partido lo llaman Don Manuel.

A mí me impresionó aquel día que dijo que él utilizaba como papel higiénico los folios plastificados que Zapatero presentaba en los debates televisivos preelectorales. Me pareció una burrada. Y cuando me imaginaba la escena me daba un vuelco el corazón. Pero vistas las barbaridades que le he oído decir después, creo que es la manera natural de abordar las cosas de quien está de vuelta de todo y de aquel a quien lo que piense la gente le importa un pimiento de Padrón.

Pero me da una envidia tremenda cuando termina sus respuestas en las entrevistas con un y no tengo nada más que decir. Me parece una muestra de soberanía extrema que yo no me atrevo a tener. Cuando me preguntan, una de dos, o contesto o digo que no sé, pero nunca se me ocurre decir que dejes de preguntar ya, que no voy a decir nada más por muy pesado que te pongas.

Pero en madrugadas como estas, en que el egunon me sale atrancao, ganas no me faltan.

2 comentarios:

Sofia dijo...

La veteranía es un grado y a Fraga le sobran galones. Ya sabes que con la edad va pareciendo que tienes derecho a todo, hasta cruzar la calle en diagonal y cojeando, por supuesto que fuera del paso de peatones o semáforo alguno. Y eso cualquiera de la 3ª edad de a pie, así que Don Manuel...

maika dijo...

No es de extrañar. A los fachas venidos a demócratas se les suele escapar su anterior condición. Tienen tendencia a esa prepotencia que les proporcionaba el saberse dueños de aquellas pobres almas que dirigir desde el todopoderoso púlpito de la dictadura...Luego, en tiempos de democracia, a éstos y a sus vástagos hay que seguir aguantándoles. A algunos, como al cuasifosilizado Sr Fraga, parodia de sí mismo donde las haya, le tenemos que seguir aguantando sus paridas; se le va la olla, pero es que además tiene mala baba. Pobres gallegos...Y es que,"¡oiga!, ¿no tienen más que decir...???"