domingo, 28 de febrero de 2010

Nudos

Empecé a llevar corbata porque tomaba el vuelo de las 6:45 a Madrid, y los únicos que no la llevábamos éramos las azafatas y yo. Sin embargo, y como ellas llevaban al cuello un pañuelo hecho un floripondio, el raro solitario era yo, y nadie más que yo. Y estaba cansado de que me hicieran el vacío, los unos, y de que me preguntaran si me pasaba algo, las otras. Y estaba cansado también de que me ofrecieran una corbata de Spanair que llevaban a bordo, aunque solo fuera para el momento del despegue y para el del aterrizaje.

Luego está lo de mi impostura. Más que el botón descosido de la camisa, las corbatas contribuyen de manera decisiva a tapar los descosidos que le voy haciendo a la vida, y que procuro traer a este egunon. Que no es poco tapar.

sábado, 27 de febrero de 2010

cortinas

Se me reconvino delicadamente haciendome ver que había colgado del revés las cortinas del salón. Ignoraba por completo que todas las cosas tuvieran un derecho y un revés.

El hecho de que el cien por cien de las personas en su sano juicio agarren el paraguas por el mango muestra a las claras cómo hay objetos en los cuales el derecho, y su correlato el revés, se le imponen a uno de manera clara y distinta, como a Descartes.

En cambio, no es infrecuente que determinados diseños y presentaciones induzcan a confusión, aún a personas cabales como yo. Es el caso de las cortinas, como ya he indicado, y de los teléfonos móviles. Es habitual ver a personas mayores hablando a gritos mientras sostienen pegado a la oreja el celular, con la pantallita para abajo. Por supuesto, del cómputo ya he descontado a los que hablan a gritos porque siempre hablan a gritos. Son los que llevan la pantallita para arriba. Y a los que tenemos móviles que son todo pantalla y que nos hemos dejado las gafas en casa, que tenemos que andar dando vueltas al aparato hasta que acertamos a escuchar una voz o algún ruido que nos diga cuál es el derecho y cuál es el revés.

Tampoco el diseño del moderno mobiliario urbano ayuda lo más mínimo. El de algunos bancos, por ejemplo, en los que resulta de todo punto imposible distinguir el asiento del respaldo.

Y luego está la obsesión por la creación original, que lo complica todo. Una vez, después de escuchar una sinfonía de esas modernas, pensé de si la hubieran tocado de atrás hacia adelante me habría sonado igual. O mejor, porque peor era imposible. Y la sensación te agarra cuando te plantas delante de algún cuadro del Guggenheim, que da igual por dónde mirarlos.

Y casi mejor no mirarlos, porque me paso el rato mirando a ver qué miran los demás. Y si me toca uno de esos que disimulan bien o que hacen un comentario, aún inaudible, pienso que soy más tonto de lo que tengo asumido. Y eso me da coraje, porque yo creía que me conocía bien.

viernes, 26 de febrero de 2010

Un poquito de educación por favor.

Al portavoz del PP en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso lo han cazado con una tasa de alcoholemia que supera en mucho la permitida.

Voy a decirlo de otra manera, por si no os habéis enterado: un diputado, precisamente el responsable popular de decir a los ciudadanos que no conduzcan si han bebido, conduce bebido y le pilla la policía con un tasa de 0,52 mililitros en sangre. Ya es mala suerte.

A una obispa alemana protestante también le han imputado un delito contra la seguridad en el tráfico. Triplicaba la tasa permitida de alcohol en sangre. Pero esto es menos grave porque no estaba en ninguna comisión, y en ningún sitio dice que los jefes de las iglesias protestantes del norte de Europa no puedan beber. A ver, con el frío que hace.

Por otro lado, en las Cortes valencianas, y ante la pregunta de una parlamentaria, la cual terminó con un retórico "¿no le da vergüenza?" dirigido a un Conseller, éste contestó que lo único que le daría vergüenza, en caso de ser padre, sería tener una hija como ella, y terminó diciéndole: "pero probablemente usted ni conozca a su padre». Pasan tantas cosas de estas en el edificio de las Cortes valencianas que yo no sé cómo todavía a nadie se le ha ocurrido hacer un realiti de esos.

El Conseller aludido es Juan Cotino, ex-director general de la Policía Nacional, y también del PP.

De cuanto acontece estos días deduzco que en la derecha deben estar pasando una época complicada, y que eso es lo que les lleva a prodigarse en peinetas y exabruptos.

Que ya está bien diría yo, si no estuviera escribiendo este egunon en una dependencia policial a la que he sido enviado por enseñar a mi hijo a pintar al pato Lucas sin permiso expreso de la Warner.

jueves, 25 de febrero de 2010

Marichalar

Lo mejor de la vida matrimonial son los cuñados que proporciona. Y lo mejor de los cuñados son las teorías que elaboran sobre los más variados asuntos. Por ejemplo, sobre los vicios posturales de Jaime de Marichalar.

Mi cuñado sostiene que don Jaime posaba siempre con el pie derecho formando un ángulo de 90 grados con el izquierdo. Mira que hay que tener capacidad de observación. Desde entonces se convirtió en mi personaje favorito, y cada vez que veía ese pie que iba por libre me doblaba de la risa.

El caso es que hace unos días me acerqué al Museo de Cera a ver si su representación era tan fiel que el pie miraba hacia Badajoz, y cuando llegué, me llevé un susto de muerte, porque llevaban al Marichalar, al de cera, en volandas entre dos operarios, prestos a cumplir la orden del director del Museo de convertirlo en velas para la Almudena. Les pedí que me dejaran observar. El pie. Y sí, ahí estaba, el pie de cera con el zapato de Martinelli, mirando para Occidente.

Hoy el pie de cera del duque de Lugo, y su zapato, ocupan un lugar preferente en mi casa, sobre el piano, junto a una escultura de Ricardo Bofill.

Y si sigo insistiendo, les habría sacado hasta la corbata.

miércoles, 24 de febrero de 2010

amarillo Piolín

- yo violé a un señor en el ascensor cuando bajaba la basura. Y luego se me fue la mano, lo estrangulé y me fui a casa a ver el partido del Madrid y a esperar a que me detuvieran.

- A mi me pillaron en el aeropuerto del Prat con veinte bolas de cocaína camufladas en el estómago ¿Y tú qué has hecho?


- A a mí s
e me fue la mano en el diseño de una camiseta y terminé por pintar un parajito amarillo y cabezón. Y los de la Warner se mosquearon mogollón porque pensaron que era Piolín.

Esto no ha pasado, pero podría pasar si prosperara la demanda de los americanos contra David Dalmau, uno de los creativos de Custo BCN, ya que piden para él año y medio de cárcel, además de una indemnización absurda y llena de ceros. Tambien denunciaron al Villarreal C.F. por vestir de amarillo Piolín. Y al Club de Remo de Orio, por pintar la trainera de amarillo Piolín. Y a la editorial Alfaguara, por utilizar el amarillo Piolín para la cubierta del último libro de Saramago. Y a IKEA, por usar el amarillo piolin para sus letras. Y a los de la autopista A-8 por pintar las cajas de los radares de color amarillo Piolín. Si prosperaran estas demandas, los responsables de estas fechorías tan comunes podrían acabar compartiendo celda con los llamados delincuentes comunes. No se le puede negar al asunto una cierta coherencia estúpida.

A veces los niños en las escuelas dibujan a Piolín, o a Silvestre, o al pato Lucas, pero la maestra suele colocarse en la puerta vigilando, por si vienen los abogados de la Warner.

Cárcel para todos, si señor. Y si no hay sitio, que se aprieten un poco, pensarán.

Cerraba yo este egunon carcelario cuando me entero de que un juez de Sevilla ha decretado prisión provisional sin fianza para Hocman Joma, un joven kurdo de 27 años que arrojó un zapato al presidente turco Erdogan al grito de Viva Kurdistan y mientras le llamaba asesino y criminal. El fiscal ha hecho un trabajo esmerado, ya que se le imputan tres delitos: uno contra la comunidad internacional (que debe estar ofendidísima, claro, luego le preguntaré), otro de injurias (a pesar de que Erdogan no ha presentado denuncia alguna, que a lo mejor ahora empiezan a deterner a todos los que insultan en la carretera, o en los campos de fútbol), y un tercero de resistencia a la autoridad (pese a que no hay parte alguno de lesiones de ningún policía ni de ningún miembro del servicio de seguridad). Por cierto, el zapato no le dio a Erdogan.

martes, 23 de febrero de 2010

a la luz de los clásicos


Anda que no está dando vueltas la peineta de Aznar en Oviedo. Al menos tiene una parte positiva: está activando la creatividad dormida en todos los dirigentes populares. Como ya saben que en la rueda de prensa que den sobre la fusión de las cajas gallegas o sobre las inundaciones en Jerez o sobre la demolición de El Cabanyal les van a preguntar por lo mismo, se han puesto a pensar respuestas simpáticas (hace falta mucha simpatía para contrarrestar tamaña grosería), a cual más campechana.

La mayoría son vulgares, y no van más allá del "feo está, pero es que le estaban insultando". Pues que aprenda del Rey, qué carajo, que se planta en el Bizkaia Arena, aguanta la música de viento un par de horas, reparte unas copas y unas sonrisas y a otra cosa, mariposa.

Núñez Feijoo, el presidente de la Xunta, es un hombre cultivado, que para eso estudió Derecho en Santiago, y cuando le han preguntado ha restado importancia al gesto diciendo que de él pueden encontrarse antecedentes en el mundo clásico. Y se habrá quedado tan ancho. También de incestos, torturas, y hasta de quemar la ciudad para ver si puedo seguir con la novela, que me he quedado sin luz, encontramos precedentes en Grecia y en Roma. Y eso no convierte en bondades nuestras miserias de ahora.

También ha dicho que le daba pena que la periodista no lo hubiera preguntado a ver qué le parece que en una cuna del saber, como es la Universidad, unos individuos llamen fascista y terrorista a don Jose María, todo un ex- presidente del Gobierno que, además, fue víctima de un atentado terrorista. Pues vaya pregunta fácil. Esa me la sé yo: se le puede llamar fascista y terrorista sin faltar a la verdad porque haber sido presidente del Gobierno y haber sufrido un intento de asesinato no le incapacita para ser un fascista ni un terrorista. Y lo es, a juicio de estos estudiantes asturianos, que no para Núñez Feijoo.

Entre el dedo del uno, y las putas, los Hijoputas y las mierdas de la otra, los protagonistas de la foto nos están dando unos días la mar de instructivos. De hecho, me ha entrado el gusanillo y me voy a leer la Ilíada, a ver si encuentro los precedentes de los que hablaba Núñez Feijoo.

lunes, 22 de febrero de 2010

Una vida de detalle

Me acaban de convocar a una reunión el miércoles, a las 13:35. Y la duración prevista, de hora y veinte, nos llevará hasta las 14:55.

El pasado jueves, el partido del Athletic contra el Anderlecht comenzaba en la Catedral a las 21:05.

Cada día entro en clase a las 8:25, y salgo a las 15:20.

Os ahorro el detalle de las horas intermedias, entro en clase, salgo de clase, entro en clase, salgo de clase, ahora reunión, luego otra reunión. Baste decir que a las horas en punto y a las medias nunca tengo nada programado.

Así no hay forma. Luego pediréis puntualidad. He tenido que comprarme otro reloj, porque el que usaba tenía el 12, el 3, el 6 y el 9, y entre número y número, nada. Me he comprado uno con todos sus números, encima de los cuales hay un punto gordo. Y entre punto gordo y punto gordo, cuatro puntos finos. Es de la prestigiosa marca orient wacht, relojes de oriente, y me ha costado diez eurazos de vellón.

Ahora ya estoy preparado para esta vida de detalle que queréis que lleve. Podéis convocar el próximo evento a las 13:19. A mí me vais a pillar.

domingo, 21 de febrero de 2010

Raros y extraños

El próximo 28 de febrero se celebra el día internacional de las enfermedades raras. En la UE, se define como enfermedad poco común aquella que afecta a menos de 5 personas de cada 10 000. Aun así, el número de personas afectadas puede ser elevado, pues se conocen unas 7 000 enfermedades poco comunes.

Se me ocurren un par de preguntas: ¿una enfermedad que afecta a seis u ocho de cada diez mil personas no es rara? ¿Es que no tienen esos afectados el mismo derecho que aquellos cinco a ser considerados raros? ¿Porqué no existe una asociación de raros, que agrupe a los treinta y pico mil europeos afectados por síndromes extrañísimos? ¿No defenderian mejor sus extraños intereses comunes? ¿Existe un mapa político de raros, que permita estudiar la densidad? (es que a mi me parece que en mi pueblo somos demasiados) ¿Cuándo una molestia o una disfunción se convierte en enfermedad? Si comer lentejas, en lugar de gases, provocara un deseo compulsivo de comer croquetas, ¿eso es una enfermedad? Un alumno mío está malo los lunes, cada lunes, ¿es raro? ¿Qué cara pone el médico cuando le cuentas una milonga increíble de la que no ha oído a hablar en su vida? ¿Cómo sabe que tienes una enfermedad rara y que no eres un jeta? ¿Cuántas enfermedades hay registradas? Espero que no haya más de 365, porque si no, alguna se quedaría sin su día internacional, y los afectados podrían mosquearse. ¿Cuándo es el día internacional de la cistitis? ¿Y de la seborrea? Fuera de los que tienen enfermedades raras, ¿hay europeos raros sanos? En una empresa en la que todo el mundo coge la baja, el cumplidor es el raro. ¿Es un enfermo?

¿Ser raro es una enfermedad? ¿O un privilegio de los que están tocados por la diferencia?

sábado, 20 de febrero de 2010

La estructura binaria de mi pensamiento

Ayer, mientras hablaba con una amiga por teléfono, me dí cuenta de la estructura binaria de mi pensamiento. Y me alarmé bastante. Tanto que corté la conversación inventándome que tenía que entrar en ese momento a una charla cuaresmal en la que iban a explicar el uso de distintos instrumentos para infringirse castigos corporales, como cilicios o partidos de la Sexta.

El caso es que siempre que me cuentan algo o que me preguntan por cualquier asunto digo:

- yo creo que aquí hay dos cosas (algunas veces, pocas, digo tres, pero es porque estoy muy despierto, o muy lúcido).

¿Y por qué no seis? ¿O dieciséis? ¿O múltiplos de tres? ¿Cómo puedo ver dos cosas siempre en lo que me cuentan?

Encuentro dos explicaciones. La primera, el síndrome del tertuliano, esto es, que de tanto oir tertulias radiofónicas y de tanto participar en ellas, se me ha quedado un tic instalado en el grupo de neuronas del cerebro que se ocupan de estos asuntos. Y como me puede el afán por demostrar que sé diseccionar la realidad, que es lo que se pide a un tertuliano, me empeño en demostrar, cada vez que abro la boca, que soy capaz de dividir cada cosa en dos, por lo menos.

La segunda explicación es menos sofisticada, y tiene que ver con mi reducidísima capacidad de analisis. Lo achaco a que de pequeño fui asmático, y cuando me daba el ataque respiraba entrecortadamente. A veces, directamente, no respiraba, porque entre bronquio y bronquio no pasaba ni dios. Y todo esto hizo que a mi cerebro llegara mucho menos oxígeno del que necesita un adolescente en pleno crecimiento. Y me he quedado así de incapaz.

Es lo que hay.

viernes, 19 de febrero de 2010

Boca abajo. O patas arriba.

Al Director de un instituto de Alicante le han castigado con suspensión de 20 días en sus funciones, por colgar del revés, en los pasillos del centro, el retrato del Conseller de Educación de la Generalitat. Aquello fue cuando lo de la Educación para la Ciudadanía en inglés, parida que se gestó a los postres de una costellada en el Gabinete de Ocurrencias del Gobierno Valenciano, cuando todos estaban de orujo hasta arriba.

A algún pringado le va a tocar hacer de director durante esos veinte días, y se va a cagar en la madre del Conseller.

Todo el mundo sabía que la bromita del cuadro era una tontería, más propia de alumnos suspendidos de Bachillerato con el retrato del Director, o de la madre del Director, que del propio Director. Pero a mí me parece que don José Luis Santiago protestó de una manera muy pacífica, sin proferir insultos ni descalificaciones, haciendo con el retrato del Conseller lo que el propio Conseller había hecho con la asignatura: colocarla en una posición absurda, y con la única intención de joder. Todo lo cual añade a la protesta una potente carga simbólica.

Elegante e inteligente, la forma de protestar. Pero a Font de Mora, el Conseller, que tiene el sentido del humor alterado, le ha molestado. Y ha mandado al cuerpo de inspectores cargado de retratos suyos por toda la Comunidad para sustituir los que encuentren boja abajo, con bigotes pintados, o gafas u orejas de ocelote.

Tambien ha pedido que se sancione a un alumno de tercero de la ESO que le hizo una caricatura, cuerpo de Shakespeare, cara de Conseller, muy graciosa. Y el chaval anda encantado. Por salir en la prensa y por irse a casa veinte días de vacaciones.

jueves, 18 de febrero de 2010

Palabra de centurión


- Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.


Así terminó la conversación. Zapatero no sabía qué más decirle. y es que desde que está en Bruselas, Almunia está bastante subidito. Y se sabe formando parte de ese grupo de personas, media docena a lo largo y ancho del mundo, cuya palabra tiene la virtualidad de hacer caer la Bolsa de Tokio.

Un día estaba con su mujer en un restaurante cercano a la Grand Place hablando de las vacaciones. Al final, quedaban dos opciones: ella quería ir a Grecia, como los últimos tres años. Y Joaquín, que estaba hasta el gorro de las piedras y añoraba el pescadito y las gambas de Sanlúcar, peleaba por pasar de una santa vez el verano en casa.

- pero si España es cómo Grecia, mujer, con el mismo calorcito en verano, y sin tener que hablar raro, y con el aperitivo de reglamento, y...


Un reportero del Financial Times estaba en la mesa de al lado, y sacó la Blackberry para enviar un mensaje a la redacción: "el comisario europeo de Economía, el español Joaquín Almunia, compara la situación de España con la de Grecia".

El efecto fue instantáneo, y el IBEX 35 no dejó de bajar toda la mañana, hasta marcar mínimos del año al cierre de la sesión. Así que Zapatero cogió el teléfono, y le pidió a Alumnia que diera una rueda de prensa para dar algún dato bueno de la situación económica de España, y aquel le contestó que a ver de dónde lo sacaba. Entonces le pidió que cuente alguna mentira piadosa en la reunión del FMI a la que le habían invitado, y el comisario le dijo que él es de Bilbao, y que los de Bilbao no mienten.

Hundido, el pobre Zapatero recurrió a las palabras de aquel centurión romano cuando acudió a Jesús a pedir que curara a su empleada de hogar, y Jesús, después de mirar la agenda, le dió hora para dentro de dos semanas.

miércoles, 17 de febrero de 2010

top ten

Top ten es una de esas expresiones que se nos han colado del inglés y que hemos sido incapaces de traducir al castellano. O somos tan vagos que no lo hemos intentado. En cualquier caso, a los periodistas les viene muy bien para acabar de terminar las ediciones de los diarios. Haces una lista de los diez goles más bonitos de la jornada pasada, de las diez cantantes más sexys o de las diez personas peor vestidas de la Gala de los Goya. Y la gente se-las-lee. Y opina sobre ellas, no te lo pierdas.

L´Osservatore romano publica estos días, no me preguntéis por qué, una nota diciendo que el álbum que contenía la canción Corazón Espinado, de Carlos Santana, ha entrado en su lista de los diez discos de rock más importantes de la historia (para tararear, ver esta versión imponente de Carlos Santana con Maná: http://www.youtube.com/watch?v=hFO0Nrr5z-U)
...

Otro día hablaremos de qué hace un cardenal haciendo listas de cantantes, otro día.

También se ha hecho eco el diario vaticano de que Aterriza como puedas 3 ha entrado en la lista de las diez películas más importantes de la historia. Y de que, acompañando al Barça de Guardiola y del Athletic de Clemente, el Caudal de Mieres ha entrado en la lista de los diez equipos de fútbol más importantes de la historia. Y también de que Camino es uno de los diez libros en los que culmina la Literatura universal.

Ya lo dice el refrán, zapatero a tus zapatos, o a tus crisis, o a tus desayunos de oración, o a tu tripartito en Catalunya.

martes, 16 de febrero de 2010

otra de espías

Entre amigos no hay secretos. Al menos, secretos que comprometan la seguridad del otro.

La amistad es una cosa que se da entre personas. Con cierta frecuencia, además. Pero también se aplica el concepto a otras situaciones, como por ejemplo, las relaciones entre países. Yo una vez le oí a Zapatero decir, delante de Medvedev y de un montón de periodistas, que España y Rusia son dos países amigos.

Eso no quiere decir que todos los españoles sean amigos de todos los rusos, qué va, sino que el ente al que llamamos país es amigo de otro ente al que también llaman país. Otro día hablaremos de qué es un país sin tomar en consideración a sus personas.

A mí me parece muy bien que dos países sean amigos. Ojalá todos lo fueran, pero ahora está jodido, porque hay algunos países díscolos que no se juntan con nadie. Bueno sí, entre ellos. Los americanos les llaman el eje del mal, porque cuando varios países malos se juntan para algo forman un eje. Un eje es como una raya que no se ve alrededor de la que dan vueltas las cosas. Por eso en esos países la gente anda mareada.

Lo que no me parece tan bien es que después de decir delante de todos lo amigos que son España y Rusia, manden después a espías a mirar lo que no enseñan. Los rusos a España y los españoles a Rusia. A ver si es verdad que me quiere como soy, que es lo que hacen los amigos de verdad, o planea invadirme. Yo nunca lo he entendido, pero es porque padezco una enfermedad extraña: el mundo me provoca perplejidad.

Los espías trabajan en una empresa pública que se llama Servicios de Inteligencia, o sisa (servicios de inteligencia sociedad anónima), porque todos los espías tienen que demostrar un coeficiente intelectual superior a 500.

Preguntadle a Flórez, si no.

lunes, 15 de febrero de 2010

Una de espías

Si te apellidas Flórez y quieres trabajar en los servicios de inteligencia de un país, aunque sea España, lo primero que tienes que hacer es cambiarte el apellido. Al menos, es lo que yo pienso (esta frase se dice mucho en la carnicería, para apostillar con fuerza cuando uno da una opinión).

- El seguimiento del agente X-001 podemos encargárselo a Flórez.

Esto es en un tebeo de Mortadelo y Filemón.

- El seguimiento del agente X-001 podemos encargárselo a E(de España)-11824.

Esto es un servicio de inteligencia serio.

Pues pasa que lo de Flórez es verdad, que existe digo, y que acaban de condenarle a 12 años de cárcel por ofrecerse para vender secretos a los rusos. Y no un secreto menor. Ni más ni menos que el pasaje del Deuteronomio que iba a leer Zapatero en el desayuno nacional de oración al que le habían invitado en Washington. Al parecer, si el texto de la cita se lee de atrás hacia adelante y después de haber tomado un pan con tomate y fuet y media botella de clarete navarro, se puede desencriptar un mensaje ultrasecreto dirigido a la CÍA, con instrucciones para preparar ensaladas mediterráneas para las fuerzas destacadas en Afganistán, asunto en el que los rusos tenían un interés especial. Resulta que los rusos destacados en Kabul estaban engordando por su dieta a base de vodka y bocatas de tallos de opio con mayonesa, y como la lechuga ayuda a metabolizar sin daño para el organismo esa mezcla asquerosa de hierbas y alcohol, y los cosacos estos no la quieren ver ni en pintura, que dicen que eso que se lo coman los caballos, el Gobierno ex - soviético andaba buscando una receta que la presentara de forma disimulada.

Y del interés de los rusos en el asunto se enteró Flórez, no me preguntéis como, porque aunque no tiene nombre de espía, es un espía de verdad.

Y lo demás ya lo sabeis.

domingo, 14 de febrero de 2010

agujeros en los pies

En la planta del pie tengo dos agujeritos que me trato con nitrato. Son cada vez más profundos, así que voy a dejar el tratamiento y los voy a dejar crecer, a ver qué se ve cuando midan varios metros de profundidad. A lo mejor se ve hasta el sobaco.

Por lo visto, se trata de una grave alergia, no contagiosa, provocada por el dimetulfamarato. Esta sustancia, acerca de cuya procedencia no tengo la más mínima idea ni el más mínimo interés, se utiliza en China como conservante fungicida. Y lo aplican a zapatos y a sofás, que son las cosas que peor se conservan, como muy bien sabéis los que tenéis hijos asilvestrados que saltan con zapatos encima de los sofás. Se trata de una sustancia prohibida por la normativa europea, lo cual a los chinos les debe importar un pitú, ya que los ponen en los brazos de los sofás y en las cajas de los zapatos.

La primera vez que me encontré una bolsita de esas en una caja de zapatos pensé que era un edulcorante. Me pregunté qué pintaba allí, pero alguien interrumpió mis pensamientos y terminé dejando la bolsita en un armario, junto con los edulcorantes que robo de las cafeterías. Algún día lo eché al café, pero no debía ser dimetulfamarato porque no me pasó nada. O sí. Y escribo estas tonterías porque estoy intoxicado. Vete a saber.

sábado, 13 de febrero de 2010

Robo paraguas

Robo paraguas. Yo. La persona que soy, y no el hijoputa que llevo dentro. Empecé hace unos meses, un día de comienzos de verano, saliendo de una audición escolar. Estaba cayendo el cielo, y no estaba dispuesto a agarrar un catarro a diez dias de empezar las vacaciones, así que cogí uno verde de flores que conjuntaba con mis naúticos. Harto estaba de que solo me desaparecieran a mí. Y luego me he acostumbrado a salir de casa sin paraguas y, si es menester, hacerme con uno a la salida de un bar o de una farmacia.

Y no por eso se acumulan paraguas en mi casa. No. Gracias a que hay cientos de ladrones de paraguas a mi alrededor, me van robando los que robo. Y no me enfado. Me presto al juego porque creo que es ley de vida. A ver qué es eso de ir con el paraguas hasta el despacho, o permanecer delante del pescadero haciendo un charquito a tus pies. Yo lo dejo en el paragüero de la entrada, porque si no, ¿qué van a robar? ¿Cómo hacemos para mantener la rotación universal de paraguas robados?

Tan formal que parecía, si hasta da clases de Derecho en un colegio de postín, pues sí. Pero como todo el mundo. Miraos bien al espejo, y al fondo de la retina encontraréis al ladrón de paraguas que se esconde detrás del alma.

Robo paraguas, sí. Y lo digo por si algún día encuentras el tuyo en mi coche, en mi despacho, o en mi casa. No hagas ningún comentario, y róbalo.

(Regalo colchón 1,50 x 1,90, a estrenar)

viernes, 12 de febrero de 2010

trabajadores imprescindibles

Hacia falta. Y ha sido otra vez una Universidad, prestigiosa por supuesto, la que ha llevado a cabo un estudio que concluye que usar la memoria no es malo para los aprendizajes. Como vamos dando bandazos en esto de educar, la vaina de las competencias y de la significatividad de los aprendizajes nos había llevado a que no se aplica la memoria a nada, y claro, de no usarla acabas por no recordar ni quien marcó en la final del 58 contra el Madrid en el Bernabéu, ni como se llama tu madre.

El estudio lleva toda la razón. ¿Pero qué pasa si memorizas sin estar concentrado, sin estar con los cinco sentidos puestos? Que no sirve para nada. Y según otro prestigioso informe de otro Centro igualmente prestigioso, nuestros adolescentes, de tanto estar en internet escribiendo en el tuenti textos imposibles (también suben fotos con poses imposibles, o simplemente absurdas), están perdiendo la capacidad de leer y escribir textos largos. Para darse cuenta de eso no hacía falta un informe prestigioso. Bastaba con uno estándar.

Sin embargo, siempre te encuentras con chavales que usan la memoria con la misma voluntad que poco éxito. Por ejemplo, aquella que escribió en un examen, a cuenta de la huelga anunciada de los controladores aéreos, que en los aeropuertos van a imprescindir de los trabajadores y van a utilizar aparatos electrónicos.

Me quedé más tranquilo cuando leí que sólo en los aeropuertos más pequeños o menos importantes.

jueves, 11 de febrero de 2010

protección infantil (o estupidez)

Me ha venido como anillo al dedo la información de una de mis confidentes, porque se me estaban acabando los argumentos con los que me defiendo delante del trabajador social del Ayuntamiento de mi pueblo, cuando este me echa en cara mi responsabilidad, más bien mi irresponsabilidad, en el estado de desprotección en el que viven mis hijos.

La broncas empezaron pronto, cuando las mujeres del parque me miraban mal si no me levantaba como un resorte al ver a mi hija desparramada por el suelo y sangrando por la nariz. A mí los niños en los parques siempre me han parecido unos cuentistas, y lo primero que hacía al ver llorar a un hijo, mío o de otro, era seguir sentado, observar el tipo de llanto, cronometrar su duración, escuchar su timbre y su tono, y no intervenir si era posible arreglarse de otro modo.

Ahora han escrito un libro maravilloso en el que se invita a los padres y madres a enfrentar al niño con los problemas reales. Propone, en lugar de la sobreprotección al uso, entregarles a las fuerzas del mal para que experimenten por sí mismos el miedo, la soledad, el dolor físico y el sufrimiento, para que se hagan duros en lugar de blandos. Unos ejemplos: se propone que se den a los hijos unas pilas de bajo voltaje para que vean, al humedecerla con la lengua, cómo les pega una buena descarga; propone que se les deje participar sin escandalizarse en las batallas campales con piedras que se organicen en el patio de la escuela, ya que son muy útiles para educar la motricidad fina (el autor sugería que se hiciera con piedras, pero yo propongo que la batalla sea con boñigas de vaca, que son más blandas que las piedras y que no te matan si te dan en la sien, o con croquetas en el comedor de la escuela); en esta misma línea, no sé si propone, pero podría hacerlo, que se dejen al alcance de los niños los cuchillos de cocina recién afilados para que se peguen un buen tajo en el dedito, y así descubran la diferencia entre afilado y romo; y (ahora me animo yo a proponer) empujarles a lo bruto en el columpio del patio hasta que se les dé la vuelta y se peguen una leche que se les quiten las ganas de decir "¿me das?".

Siempre vendría después un imbécil de esos que dejan ver a sus hijos tres horas al día Disney Channel, o les dejan jugar tres horas a la pley, o estar tres horas colgado de un chat para decir que somos nosotros, los partidarios del mira, toca, córtate y aprende, los que maltratamos a los hijos.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Tiempo de exámenes

Es bonito el tiempo de exámenes. Entreno mis facultades de vigilante, que yo ignoraba tener y que descubrí cuando en el 87 cuidaba de la libertad y de la democracia del pueblo español en las madrugadas de Castilla, en la garita de la Academia de Caballería, de dos a cuatro de la madrugada, a 12 bajo cero.

Y me entreno en la corrección, que es como entrenarse para ser Da Vinci. Mientras corregía un ejercicio hoy a las tres, me he encontrado con que a una persona, la suma de 6000, 500, 500 y 800 le daba 3.001.300. Mira que es un número extraño, que cuesta hasta leerlo. Sin embargo, a mi me resultado estimulante, porque he empezado a jugar con los números a ver de qué manera se pueden combinar para llegar a esa cifra. Y no existe manera alguna fuera de la que permiten los estados de percepción extrasensorial. Así que le he puesto en el examen a ver si no le gustaría interpretarme los sueños. Espero que entienda lo que quiero decir, porque yo no lo sé. Igual que no sé cómo se llega a sumar tres millones mil trescientos.

En otro ejercicio, uno, que tampoco es que se hubiera matado estudiando, decía que los principales problemas del mercado de trabajo español son la obesidad y la violencia de género. Le he puesto que bien, por supuesto, pero que se había olvidado de la amenaza de desaparición que se cierne sobre el lince ibérico y del urbanismo salvaje en las costas de la isla de Mallorca.

Pero nunca en mi vida me había pasado que una profesora me hiciera llamar para acompañar a un alumno al baño, en pleno examen. Por lo visto, el elemento había dejado su espíritu, y su cuerpo también, en brazos de Morfeo, y dormitaba plácidamente, hasta que la profesora decidió que no y le mandó, conmigo, a echarse un poco de agua en el cogote.

Como cuando la policía acompaña al detenido y le observa mientras micciona, allí estaba yo, mirando. Y como nunca había visto cómo se lava la cara un alumno adolescente al que le han pillado sobao en un examen, aluciné también (cómo se lavaba la cara!!).

martes, 9 de febrero de 2010

Farmacia

Estaba esperando mi turno en la botica para proveerme de los fármacos con los que me automedico, y aproveché la proliferación de personas para estudiar algunos comportamientos que me llamaban la atención. Atendía la dependienta a una señora que había ido con su niña, la cual daba cuenta de un plátano mientras se escondia debajo del mostrador. La madre y la farmacéutica sostenían un diálogo con la nena del que querían que nos enteraráramos todos los que poblábamos aquel pequeño universo humano tan rico que conforma una cola. Preguntas y respuestas serias, profundas, potentes, de esas para hacer pensar: la dependienta, qué rico el plátano, y la niña callada, sin decir a ver si quieres un poco, la dependienta otra vez, ahora preguntando a ver si ya sabes que es muy bueno comer fruta, y la niña callada como diciendo ya está bien de lugares comunes, y vuelta la dependienta que qué fruta te gusta más, y la niña ni mú, como contestando a tí qué te importa, y la madre, es que está cansada, como saliendo al paso de tanta mala educación, y un señor detrás de mí, en bajito, como para que le oyéramos yo y otra, pero no la madre, ni la dependienta, o es que está mal educada, que todo puede ser, y una señora, a ver si dejamos las entrevistas para otro día, joder, que no tenemos toda la tarde, y la madre, ay, se me olvidaba, dame valeriana, en cápsulas, y el señor de detrás de mí, pero dale cápsulas espaciales, y metes la criatura dentro y la pones en órbita, y la otra señora, y cuando entren les quitas el mapa, para que no vuelvan.

Ni me enteré de que me tocaba, y se me colaron dos. Pero no me importó nada, porque aprendí que a los niños que comen plátanos hay que dejarles comer el plátano en paz.

Y más cosas.

lunes, 8 de febrero de 2010

A Dios rezando...

Sarah Palin cuenta con que Dios le diga "cuál es la siguiente puerta abierta que debe cruzar". Parece que su idea es la de limpiar de "blandos" el Partido Repúblicano y presentarse a las elecciones a la Presidencia de los Estados Unidos de América.

El que ahora es presidente, Barack Husein Obama, asiste a desayunos de oración (en mi ignorancia, yo no sabía de la existencia de más desayunos que los desayunos de trabajo o los desayunos en familia, y éstos, porque los veo en las series americanas), e invita a otros presidentes para que recen con él, porque los presidentes que rezan juntos mientras desayunan luego no se dan puñaladas traperas, digo yo. Eso estaría feísimo. Aunque no venga al caso, diré que ver a Zapatero recitar unos versículos del Deuteronomio es como ver a mi madre rematar un córner de cabeza.

En la toma de posesión de cada presidente de los Estados Unidos, un pastor de alguna iglesia de esas reformadas echa unos rezos y unas bendiciones, la más gorda para America. God bless America, dicen, en subjuntivo, como si no hubiera más América que la suya.

Y mientras rezan se dedican a poner orden en algunas zonas desordenadas del planeta. Me pregunto si Kissinger rezaba mientras auspiciaba el golpe contra el Presidente Allende. Si Reagan rezaba mientras sus jefes militares entrenaban al batallón Atlacatl en El Salvador, o cómo torturar, en la Escuela de las Américas. O si Bush rezaba mientras organizaba Guantánamo.

Si se empeñaban en hacer verdad que a Dios rezando y con el mazo dando.

domingo, 7 de febrero de 2010

veinte hijos como veinte soles

Jacob Zuma, presidente del Consejo Nacional Africano y de Sudáfrica, tiene veinte hijos como veinte soles. De cinco mujeres, eso sí, porque la poligamia es legal en su país. Hace unos días ha reconocido al vigésimo primero, este extramatrimonial. Cinco veces extramatrimonial, claro. Así que a lo mejor tiene trescientos, que es el rumor que corre por Ciudad del Cabo.

Es una de esas noticias que da fatiga solo escucharla. Ese llegar a casa y atender a los niños mientras hacen los deberes, interrumpido ahora por el ministro de defensa con no se qué de unos misiles defectuosos que nos han llegado anoche de Tel - Aviv, luego por el de Obras Públicas, que se ha caido una farola en la avenida de la Libertad y ha matado a un taxista, y luego por el de Educación, que un perro ha mordido a la Directora de un Instituto. Ese calentar la cena mientras te interrumpe tres veces las secretaria, y tú, todo un Jefe de Estado, gritando que te duches te he dicho, que no puedes ver la tele, que pongas la mesa, que no insultes a tu hermana, que te he dicho mil veces que no digas palabrotas.

Veinte hijos, veinte vidas, veinte futuros profesionales, veinte yernos o nueras, veinte tutores de la ESO, veinte adolescencias, veinte novios de las hijas, o diez, que llaman a casa a las 11 de la noche, con el consiguiente sobresalto.

Así no hay quien viva. Y menos, si eres Jefe de Estado

sábado, 6 de febrero de 2010

hijoputa

Dice Gonzalo de Castro que todos llevamos dentro un hijoputa. Y llevo todo el día preguntandome cómo será el mío. Supongo que me cuesta verlo porque las personas vemos mejor el hijoputa que llevan los demás que el que llevamos cada uno.

De hecho, una mujer vió perfectamente el que llevaba mi hijo de diez años. Estaba él disputando un partido de balonmano que transcurría por el terreno de lo escabroso, con dos goles abajo y a punto de perder la final. En el momento en que se aplicaba en un placaje defensivo la señora le gritó desde la grada hijoputa!!. Y yo, tonto de mí, sin saber que se refería al hijoputa que mi hijo llevaba dentro, fui a decirle que debía estar en un error, porque yo conocía a la madre del 8 (era el número del chaval), y no era meretriz, sino enfermera. Y ella me dijo que el error era mío, que todo el mundo sabe que la madre del hijoputa que llevamos dentro es distinta de nuestra madre biológica. Y que ella se había referido al hijoputa del 8, no al 8.

Menudo ridículo hice.

viernes, 5 de febrero de 2010

el rollo

Hace diez años que vivo en esta casa solariega.

Me gasté en ella veinticuatro millones de pesetas que me prestó el Banco. Luego le tuve que pedir otros cuatro para hacerla habitable (los jugadores del Madrid acaban de negociar una prima de 166, 381 millones de pesetas por ganar la Liga y la Champions, y uno de ellos va y dice, en plena crisis y con más de cuatro millones de parados, que a ellos no les motiva el dinero sino hacer feliz al madridismo, así que se me ocurre que habrá 166, 386 madridistas parados encantados de recibir cada uno un millón de pesetas de los que tan poca ilusión le hacen al futbolista).

Después de eso me he gastado una media de 3000 euros al año, 30000 en diez años, en reparaciones y mantenimiento de la casa. 5 millones de pesetas más.

He ido a Ikea no menos de 30 veces en estos años que lleva entre nosotros.

Tengo mi casa solariega llena de gadgets suecos que sirven para cosas la mar de extrañas.

Y desde hace diez años cada vez, pero cada vez, que voy al baño, al coger el papel higiénico, su soporte se inclina 45 grados hacia abajo, y el rollo termina en el suelo.

jueves, 4 de febrero de 2010

exámenes con libro

El colmo de un estudiante es que te suspendan por copiar en un examen en el que te dejan tener el libro, los apuntes, y la espasa, si te cabe encima de la mesa. Pasa que hay alumnos a los que no les basta y necesitan también la información que el de detrás, el de delante o la de al lado han sacado de su libro, de sus apuntes o de su espasa. Y se ponen a hablar. Y va el profesor, les pilla hablando y zas!, un cero para cada uno.

Será muy moderno el asunto, y reforzará enormemente la adquisición de competencias básicas para andar por este mundo, pero a mi los profesores que dejaban tener el libro en los exámenes siempre me han parecido muy sospechosos. Y provocaban situaciones tan rocambolescas como la que he descrito en ese párrafo de arriba. A saber qué iban a preguntar. Llegaban a clase, ponían el tema en la pizarra, fijaban en 150 palabras la extensión de la respuesta y se sentaban a leer el periódico, descansados ellos por no tener que andar vigilando a los chuleteros profesionales.

A mí me iba más lo clásico. Doscientos folios de memoria. Y un tema a desarrollar sin límite de palabras. Recuerdo que un examen de menos de cien hojas nos parecía un juego de niños, y nos dábamos dos días para meterlos entre pecho y espalda, siempre que estuvieran subrayados de antemano con lapiz bicolor. Yo memorizaba a cuatro folios por hora, y descansaba cada dos durante diez minutos. Así me hice un hombrecito. Y me molestaban bastante los exámenes con libro: los días anteriores no sabías qué hacer, y te crecía la mala conciencia, y luego te encontrabas con preguntas irreconocibles, sin vestigio de respuesta en ningún lado. Suspendía el 80%, y los que aprobaban no sabian decir qué habían puesto. Y no podías reclamar.

Así nos fue. Y así vagamos por el mundo sin competencia alguna.

miércoles, 3 de febrero de 2010

instrucciones?

Tampoco sé usar el DVD, ni si todavía se dice deuvedé. Ahora que miro hacia la derecha, veo dos aparatos superpuestos debajo de la tele. Uno de color plateado es el video. Un VHS de la marca Sony que tiene una pinta imponente. No sé ni dónde lo compré ni cuál fué la última película que puse. Otro es de color negro. Yo creía que era el lector de compactos, porque es ahí donde meto los dvd,s para ver películas en la tele, pero un día me dijo Andoni que eso es la TDT, así que deduje que lo que veía los sábados a la noche de ciento en viento eran tedetés y no deuvedés, pero me dijo que no, que la TDT era sólo para ver Disney Channel y Clan TV. A ver quién se aclara. Tengo dos mandos para dirigir todas las operaciones desde el sofá, pero cada uno tiene no menos de 48 botones, así que no uso ninguno, por respeto. Desde hace unos meses, cuando quiero ver algo en la tele, cosa que pasa poco, se lo pido a Andoni:

- chaval, ponme el noticioso de Gabilondo.

Y coge los mandos, aprieta dos botones de cada uno, además del de ajuste de volumen, porque sabe que soy presbiacúsico, y zas!, Gabilondo disertando acerca de la actualidad de la jornada.

Hay quien dice que sería menos torpe en mis tareas domésticas si leyera los "libritos" (já!) de instrucciones que te regalan con la compra de cada aparato. Y creo que tiene razón. De hecho, totalmente fiado de ello, he llevado a cabo una actuación que puede cambiar mi vida. He recopilado no menos de veintitrés libros de instrucciones de distintos aparatos, incluido uno de montaje de un flexo al que me da bastante pereza sacar del embalaje, me he ido a Ikea a comprara una cesta y he instalado el conjunto, cesta y folletos, en el excusado, para ir leyendo sin que me cueste especial esfuerzo.

A ver.

martes, 2 de febrero de 2010

el horno

Soy incapaz de manejar el horno de mi casa. Y creo que pronto van a empezar a hartarse, porque no hago ni una pizza en condiciones. Fácil no es, todo hay que decirlo. Porque en lugar de un único botón de "on" y "off", como la batidora o como la licuadora, tiene tres. Uno marca la temperatura, que oscila entre 50 y 200 grados. Y después de 200 grados pone MAX, que es ya la leche de caliente. Hombre, cuando te pones a hacer una receta de esas que ves en un libro, te fijas en la temperatura del horno, pero si no, con que esté caliente... El del centro es un reloj muy extraño. De izquierda a derecha pone: 50, una raya, 15, dos rayas, 30, dos rayas, 45, dos rayas, 60, dos rayas, 75, dos rayas, 90, dos rayas y luego una mano. Cuando algo tiene que estar 50 minutos no sé si ponerlo en el 50 del principio o un poco más allá del 45. Y luego está el timbre, que suena cuando quiere, como los gallos de mi pueblo. Pero el botón infernal es el de la derecha. Allí aparecen seis cuadraditos marcando otras tantas posiciones, que imagino que serán calor arriba, calor abajo, calor arriba y abajo y calor por todos los sitios. Dos de los botones presentan figuras indescifrables. El otro día vino un egiptólogo a cenar y tampoco pudo. Pero se los llevó pintados en un cuaderno de pastas marrones, para enseñarselos por internet a sus amigos de las excavaciones de Luxor, a ver qué pueden hacer.

Lo más impresionante de mi horno es que si quieres que funcione tienes que darle a los tres botones. Un sábado me pasó que por un error minúsculo, como es el no dar a uno, solo uno, de los tres botones, el pollo salió a la hora y media como había entrado. Pero ya no me vuelve a pasar.

lunes, 1 de febrero de 2010

palabrotas


Rasgarse las vestiduras porque a la ex - ministra de Educación, doña Esperanza Aguirre, le hayan sorprendido diciendo palabrotas, me parece un exceso. Y querer sacar partido de ello, pretendiendo así aparecer como más educado, expone al que lo haga a vivir el resto de sus días pendiente de los dichosos micrófonos.

Comparado con el efecto liberador que supone emitirlas en ciertos contextos, decir palabrotas no me parece tan grave. Aunque uno sea educador o ministro del ramo. Yo mismo me sorprendo, aunque cada vez me causa menos sorpresa, la verdad, diciendo exabruptos en mitad de una clase, ya hable de Descartes o del desarrollo de las ciudades en la Edad Media. Alguna vez los he dicho hasta en entrevistas con padres de mis alumnos. En ocasiones, por cierto, he observado que se producía al momento un efecto liberador de tensiones, y que el interlocutor se atrevía a pronunciarse con un vocabulario menos almidonado.

A mi no me ha sorprendido tanto lo de la presidenta de la Comunidad de Madrid. De hecho, y viendo cómo es en público, me la imaginaba ya en privado diciendo vocablos de esos gruesos, comiendo pollo con los dedos y bebiendo cerveza con la boca llena y directamente de la lata mientras ve el partido del Madrid en la tele, echando eructitos y llamando burradas al árbitro y a los jugadores del otro equipo.

Lo que de verdad me hace temblar las canillas es escucharle preguntar por lo bajinis al lugarteniente qué armas les quedan. Y sudor frío.