sábado, 27 de febrero de 2010

cortinas

Se me reconvino delicadamente haciendome ver que había colgado del revés las cortinas del salón. Ignoraba por completo que todas las cosas tuvieran un derecho y un revés.

El hecho de que el cien por cien de las personas en su sano juicio agarren el paraguas por el mango muestra a las claras cómo hay objetos en los cuales el derecho, y su correlato el revés, se le imponen a uno de manera clara y distinta, como a Descartes.

En cambio, no es infrecuente que determinados diseños y presentaciones induzcan a confusión, aún a personas cabales como yo. Es el caso de las cortinas, como ya he indicado, y de los teléfonos móviles. Es habitual ver a personas mayores hablando a gritos mientras sostienen pegado a la oreja el celular, con la pantallita para abajo. Por supuesto, del cómputo ya he descontado a los que hablan a gritos porque siempre hablan a gritos. Son los que llevan la pantallita para arriba. Y a los que tenemos móviles que son todo pantalla y que nos hemos dejado las gafas en casa, que tenemos que andar dando vueltas al aparato hasta que acertamos a escuchar una voz o algún ruido que nos diga cuál es el derecho y cuál es el revés.

Tampoco el diseño del moderno mobiliario urbano ayuda lo más mínimo. El de algunos bancos, por ejemplo, en los que resulta de todo punto imposible distinguir el asiento del respaldo.

Y luego está la obsesión por la creación original, que lo complica todo. Una vez, después de escuchar una sinfonía de esas modernas, pensé de si la hubieran tocado de atrás hacia adelante me habría sonado igual. O mejor, porque peor era imposible. Y la sensación te agarra cuando te plantas delante de algún cuadro del Guggenheim, que da igual por dónde mirarlos.

Y casi mejor no mirarlos, porque me paso el rato mirando a ver qué miran los demás. Y si me toca uno de esos que disimulan bien o que hacen un comentario, aún inaudible, pienso que soy más tonto de lo que tengo asumido. Y eso me da coraje, porque yo creía que me conocía bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para la próxima vez que te toque colgar cortinas.....

Cuando te las colocan la primera vez, están perfectamente. El problema te llega después, cuando hay que empezar a descolgarlas, lavarlas y colgarlas.

Para evitarlo....
En el momento de descolgarlas....se les puede hacer una pequeña marca en su reves, con un hilo que se note. Intenta que la marca sea pequeña. Las mías y con mi manía de hacer cuadros bordados (que se pueden mirar sin buscarle el derecho y el reves) las tengo marcadas con una D y con una I. Niunca me equivoco cuando las cuelgo y va todo más rápido.
Esto me lo enseñaron (todo se aprende) en mi época de subgobernanta en hoteles...cuando había que quitar todas las cortinas de verano o de invierno o faldones o cortinones de una media de 300 habitaciones. Cuando conseguí ser gobernanta, ya tenía mucha practica y sin querer seguí marcando todo en casa. Los derechos y los reveses.

Para el problema del móvil. Pide al Xavi un Stick pequeño y lo colocas en la parte de atras arriba. Así sabras como lo tienes que coger, sin buscar el sonido.
Si algún gracioso te pregunta, que como se te ocurre....dile que le hacía mucha ilusión al pequeño.

Para los cuadros y la música....es más complicado. Mira y escucha, como se te ocurra, sin buscarle nada más.