miércoles, 31 de marzo de 2010

Plan de vacaciones: poner los relojes en hora

Esto siempre suele pasar en vacaciones de Semana Santa. Que hay que cambiar la hora a todos los relojes, menos a los de los ordenadores, que se cambian ellos solos, por alguna razón que escapa a mi conocimiento, somero él.

Yo tengo dos. Uno digital y otro analógico, de los de agujas de toda la vida. Con éste me arreglo estupendamente: saco la cebolleta, le doy un giro hacia arriba (para ambas tareas me ayudo de los dedos pulgar e índice) y halejop, ya estoy a tono con la humanidad y sus ritmos primaverales.

Con el digital no puedo. Alrededor del circulito que contiene los números, hay cuatro inscripciones, justo encima de otros tantos botones. Arriba a la izquierda pone light, que significa luz, pero en inglés. Si lo aprietas, los número se ponen azules y brillan. Arriba a la derecha pone st/stop, y en contra de lo que pudiera parecer, si lo aprietas no se para nada. Antes bien, te dice que estamos a 31 de marzo (también aparece una "P" debajo, que puede significar "Para que sepas el día en el que vives"). Abajo a la derecha pone lap/reset, y si lo aprietas pone que son las 11:55 post meridian, algo muy útil si tienes una cuñada en Melbourne. Y abajo a la izquierda pone mode, y si lo aprietas salta el cronómetro, a cero claro, y luego hay jugar con los demás botones para que se ponga en marcha, se pare, haga lapsos, parciales y esas chuminadas, ya sabéis.

Para cambiar la hora, haga usted lo que sepa. Las intrucciones, por supuesto, las tiré. Y voy tocando los botones. De uno en uno, de dos en dos, de tres en tres, de uno en uno pero tres seguidos, luego los cuatro. Por azar, siempre por azar, a veces sale una pantalla con la hora parpadeando, y digo, ya está, la cambio... y se queda igual, con hora de invierno.

Ayer en el fúbol, en el descanso del partido, lo intentamos entre todos. Mi hermano, una señora que dejó el termo y la tartera diciendo dejadme a mí que sois unos manazas, un niño de gafitas que se sienta delante que tiene pinta de lumbreras, su padre, dos porretas que no sabían que hacían allí y que preguntaban todo el rato a qué hora toca Melendi...

Nada.

He resuelto dejarlo como está, y así tengo un reloj para primavera y verano y otros para otoño e invierno. Y me dejo de rollos.

martes, 30 de marzo de 2010

Plan de vacaciones: deberes (1)

Explicar la proporcionalidad tiene una dificultad que no es proporcional a lo fácil que parece. Explicárselo a Andoni necesita haberse desayunado con un descafeinado y exteriorizar permanentemente que lo quieres con locura, para contrarrestar otras pulsiones, estas menos confesables.

Parecía haber quedado clara, después de un cuarto de hora de pelea, la no proporcionalidad de las magnitudes de altura y peso. Pese a no poder explicar por qué el hecho de que Pau Gasol pese ciento y pico kilos, frente a mis setenta y siete con siete, no se debe a que es más alto que yo, cuando en realidad se debe a que es más alto que yo.

Al minuto siguiente, me explicó que una niña que pesara 9 kilos y medio con un año de edad, pesaría 95 a los diez años. Y cuando le dije que pesaría 190 a los veinte, y cuatrocientos y pico kilos cuando la niña tuviera mi edad, me dijo:

- hala, aita, adónde vas!

Pero la culpa es mía, por ir demasiado deprisa. Que una cosa es que altura y peso no sean proporcionales, y otra que no lo sean la edad y el peso. Cada cosa es cada cosa, y digerirla necesita su tiempo, y a mí me puede la ansiedad.

También fijamos la proporcionalidad de las magnitudes de velocidad y espacio recorrido. Esta costó menos, y le ha quedado claro que la distancia que anda un coche no depende del modelo, sino de lo rápido que va.

Y estaba yo con unas ganas locas de acabar:

- entonces, ¿son proporcionales la altura de los pinos y la sombra que proyectan?

- ... (veinte segundos)


- ???

- depende de dónde les dé el sol.

En este caso se me olvidó mencionar, seré cenutrio, aquello de permaneciendo constantes el resto de variables.

Y una veces la ansiedad, otras las prisas y otras no tener en cuenta el famoso criterio ceteris paribus, volvió a demostrarse que si los niños normales, que estudian en condiciones normales, no aprenden, es por culpa del maestro.

lunes, 29 de marzo de 2010

Munilla y Caparrós

Salta a la vista que Munilla, el obispo de la diócesis de San Sebastián y Caparrós, son almas gemelas. Cuando van ganando, enfrían el partido.

- Tu vas a Donosti a no hacer nada.

- ¿Nada?

- Nada

Y así.

Como cuando gana el Athletic.

- Si vamos ganando no se juega.

- ¿A nada?

- A nada

La diferencia es que cuando gana el Athletic, aunque no juegue un pimiento, te vas a casa tan pichi, y te enfrentas al lunes con cara de aquí estoy yo y vamos sextos en la liga. Y cuando habla Munilla tú preguntas al de al lado a ver qué ha dicho, y él, si no se ha dormido, te dice que nada, o que no sabe.

Es lo que les ha pasado a los cinco mil guipuzcoanos que subieron con el obispo a Aranzazu el otro día, que después de dejar los higadillos en las cuestas, y esperando... algo, tuvieron que conformarse con nada.

Otra vez será.

domingo, 28 de marzo de 2010

Por beber fuera de horas

Me acababan de dar las vacaciones, y nada más llegar a casa me tomé un gin tonic. Lo hice antes de que mis hijos la tomaran al asalto, haciendo barricadas con las mochilas y las chamarras y llenando la cocina de niños y niñas de colores pidiendo merendar, que mi casa parece un hospicio, y pensaran ahí está el alcohólico de tu padre.

Y como me lo bebí con prisas y no había comido nada, me sentó el brebaje como una patada en el culo.

Y luego pasa lo que pasa. Resolví resolver un asunto que tenía pendiente con Euskaltel, a cuenta de la nueva línea de teléfono fijo que me han instalado en mi hogar, y de la que ya dí cuenta hace unos días. El caso es que me habían dicho que estaría tres horas sin linea mientras se llevaba a cabo la portabilidad, que no sé lo que es, pero me importa un pito. La portabilidad y el teléfono, que es un aparato que yo no uso para nada y cuyo timbre me molesta en extremo.

El caso es que en lugar de tres horas llevábamos treinta, y había sido advertido de que llamara y lo arreglara como fuera, que si a mi el teléfono me importa un pito, a los demás no, y que no vives solo, aita, jolín.

Así que llamé y me puse así, grave, y dije lacónicamente lo de que se habían confundido en 27 horas, y que les costaba cambiar una clavija más que a un catalán reconocer que en Valencia hacen bien el arroz.

Contesté a todas les preguntas que me hicieron con aires de suficiencia, y sin vacilar, en parte por pose, y en parte porque me las sabía todas, lo que quiere decir que no soy idiota, o que tengo memoria. Y alguna pregunta no era fácil, no creáis: el nombre, el apellido, el número del deneí, las diez últimas cifras de la cuenta de domiciliación y el nombre de mi tía segunda.

En la última pregunta me pilló:

- ¿y ha cambiado usted las clavijas de los teléfonos de las entradas de Telefónica a las que le instalaron nuestros técnicos?

Miré la clavija de los cojones, ví que no, colgué como un cobarde, puse las clavijas en su sitio y me tomé otro gin tonic.

¿Y qué otra cosa podía hacer?

sábado, 27 de marzo de 2010

manzanas traigo

Pasa muchas veces en los exámenes que tú preguntas que dónde vas y los tiernos alumnos te contestan que manzanas traigo. Uno, al que le pregunté por el problema del mal en el mundo, dijo, a saber por qué carajo, que según la religión católica, Dios es el padre de todos los seres vivos. Lo dijo con una impresionante seguridad en sus palabras, como la que solo puede tener un teólogo de cabecera del Papa o una señora de mediana edad en una cola de carnicería hablando de las cosas de la vida, que es de lo que se habla en esos sitios.

Y me hizo dudar: ¿Dios era el padre de los seres humanos, o tambien de las luciérnagas y de los linces ibéricos y de las anchoas del Cantábrico y de los peces abisales y de las mantis religiosas, que por eso son religiosas, porque Dios es su padre? Y si Dios es el padre de estos bichos, ¿cual es mi parentesco con ellos?

Y también pensé entonces en el mundo vegetal. ¿Es también Dios el padre de los geranios o de las fresas silvestres (que de las transgénicas ya sé que no) o de las coles de Bruselas? ¿O es sólo, que no es moco de pavo, su creador?

Y terminé pensando que una cosa es cantar aquello que de qué color es la piel de Dios, y otra pensar que a lo mejor no es piel lo que tiene, sino escamas, y lo de la fraternidad universal es, sencillamente, otra cosa.

Y todo por preguntar lo que no hay que preguntar. Si lo sé no vengo.

viernes, 26 de marzo de 2010

Cosas del directo

Jesús - María Ikastetxea es un Colegio estupendo de Bilbao, de la Congregación de Religiosas de Jesús - María. Este grupo de mujeres fundó en Haití hace un montón de años, y el terremoto de enero supuso para las dos comunidades asentadas allí un golpe brutal. Organizamos en Indautxu un concierto solidario que tardaremos tiempo en olvidar.

Cuando Laura empezó a tocar el piano, el cable del pedal estaba en una entrada que no era la suya. Y se paró, y dijo, Laura, no va el pedal.

Hubo que repetir el cuento porque no se oía un pimiento, entre lo bajito que hablaban caperucita y el lobo y las risas del público.

En mitad de la actuación de unos rappers de quinto be se cayó el sonido, igual que a otros se les cae el servidor o la cara al suelo de vergüenza.

Si sonaba el video no sonaba el piano, y si hablaba el presentador no cabía la música de fondo.

Al técnico de sonido lo tuvieron que agarrar entre cuatro para que no se liara a tortas con el cuadro.

Al que recitaba el poema, que llevaba una chuleta escrita en la mano, el sudor se lo borraba todo, pero como la gente no se lo sabía, tampoco supo que medio poema se lo fue inventando sobre la marcha.

Y cuando cantó Marina, el único micrófono que no había fallado dijo que hasta aquí hemos llegado.

Qué desastre, ¿no? Pues no.

Isabel decía que el que falle el sonido es un clásico, que eso no es problema y que estuvimos todos estupendos. Y que ella, como espectadora, encantada.

Nos mandaba Pilar sus felicitaciones a los que trabajamos y rezamos para el concierto solidario, y nos decía que estuvo genial, que le dolian las manos de aplaudir a tanta ilusión puesta en escena, y que le sirvió para no pensar en nada que no pasara por ese escenario.

Y Amaya mandaba un hurra para todo el equipo que le había hecho disfrutar de esas dos horas y media de risas, suspiros, complicidad y suspense, y que era un orgullo sentir eso y pertenecer al mismo equipo.

Y Yon dijo que somos unos cracks y que está feliz de pertenecer a este grupo de gente buena.

Y nos fuimos a casa cantando.

Y el año que viene volvemos, eso sí, con un equipo de sonido de calidad.




jueves, 25 de marzo de 2010

¿qué me dice usted?

- ¿señor Mendigucha?

- al aparato.

- ¿es usted?

- ya le he dicho que sí, aunque me gustaría que rectificara mi apellido en su base de datos, porque...

- Muy buenas tardes señor Mendichuga, le llamo del Departamento de Calidad de Telefónica, porque nos han comunicado que ha dado usted de baja su linea ADSL, ¿es esto así, señor Medina?

- Si, es correcto.

- Pues verá, queríamos ofrecerle tres meses de ADSL gratis, en premio a la fidelidad, ya que hemos visto que usted lleva con nosotros desde que reinó Carolo, ¿que me dice, señor Munilla?

- Que tienen ustedes más morro que Espinete, y que me apetecen más otros regalos, como una placa de plata con mi nombre para poner encima de la tele.

- Lo más parecido que tenemos a esto es una reproducción de un listín en alpaca o unos posavasos, ¿que me dice usted, señor Malumbres?

- Lo hacemos con 12 meses de ADSL gratis y un bono de cinco noches en Paradores, ¿qué me dice usted, señorita...?

- Telefónica.

- señorita Telefónica?

- Que lo tengo que comentar en la reunión de los jueves del departamento de Calidad, y que le llamaremos con nuesta propuesta definitiva, que sin duda le interesará, señor Mendilibar. ¿Necesita alguna cosa más?

- Pero si me ha llamado usted, si yo no necesito nada, si yo...

- Muy bien, muchas gracias por atendernos, señor Ribagorza, y recuerde la canción: Te - le - foo - ni - caaa.

Hasta hoy. Tengo 12 llamadas perdidas del 1004 y no me atrevo a llamar.

miércoles, 24 de marzo de 2010

todos a la huelga

Los docentes catalanes se oponen a la intención de la Consejería de Educación de la Generalitat de suprimir la jornada intensiva en el mes de junio.

En realidad, la huelga del pasado día 17 era por las elevadas ratios por aula y por la falta de presupuesto, pero, lamentablemente, los responsables de comunicación de los sindicatos se volvieron a cubrir de gloria, o los responsables de los medios se volvieron a pasar de listos, al trascender que la razón por la que los maestros se enfrentaban a la Consejería era que en junio hace un calor pestoso y que no hay dios que se meta en un aula de 3º ESO a las 15:00, todos sudando, con el desodorante de paseo desde elas 12:00, recién comidos y con toda la sangre concentrada en la actividad intestinal y olvidándose por completo de lo que hay que hacer de cuello para arriba, en lo que viene a llamarse actividad intelectual.

Así que volvimos a cagarla. Quedamos como unos vagos y unos ociosos, que piensan más en los derechos adquiridos (quien ha dicho que en junio no se trabaja por la tarde?) que en las obligaciones adquiridas (ah, ¿pero eso existe?)

martes, 23 de marzo de 2010

sueños incumplidos

Ayer domingo fue el día internacional del sueño. Y mientras dormía la siesta para celebrarlo soñé que todos tenemos sueños sin cumplir. El mío es ser policía municipal, pero solo un rato. Un viernes por la noche estaría bien. Yo andaría de patrulla, chulito, gustándome en los andares, con la boina así calada de medio lao, buscando por todos los sitios, hasta dar con ellos.

- Ahí están.

Y se me aparecen, en el sueño, un montón de individuos en fila meando contra la pared de un Hospital, pongamos por caso.

Entonces yo me acerco por detrás, con sigilo. Mis botas de media caña relucientes, un poco de vaho a la chapa para que reluzca, mientras la froto así con la manga. Me planto, brazos en jarras, y digo en voz alta, pero sin gritar, y profundo, como para que se me oiga más en el subsuelo:

- eh, tú, guarro (pronunciando la "r" como si fueran tres y no solo dos).

Del susto, se volverían todos, haciendo cada uno con la pilila lo que Dios le diera a entender, mojando los pantalones, o el calzoncillo, al remeterla cuando aún gotea.

Y entonces, cuando los tengo de cara, le voy pidiendo a la compañera de patrulla que identifique a cada uno. Y mientras les digo:

- Os vais a a enterar, pandilla de marranos. De la multa se os van a quitar las ganas de mear hasta en su sitio.

Y dirigiéndome de nuevo la compañera,

- Margot, saca las fregonas que estos señores van a limpiar la acera, hasta el amanecer.

lunes, 22 de marzo de 2010

Globitos

Lo único que habría que pedir al humor es que tuviera cierta gracia. Fue lo me vino a la cabeza al ver la foto de un conselleiro de la Xunta de Galicia, el de Industria, que se disfrazó el pasado 8 de marzo, para celebrar el día de la mujer. Como veis en la foto, se curró el disfraz, aunque le quedara un tanto recargado y un pelín absurdo, porque nadie pasa la fregona con el bolso, ni, por lo mismo, sale nadie a pasear con la fregona. Y solo en Cuba se ponen ese floripondio en la cabeza.

Ya diréis que qué entrada tan poco actual. Pero es que he esperado hasta hoy para ver si me entra la risa. Y nada. Y eso que he mirado la foto cada noche.

En mis meditaciones, he profundizado en la intención de Don Javier Guerra, que era la de mostrar su compromiso con la igualdad con un punto de ironía, y tampoco he visto el punto ese por ningún lado.

La que si estaba a su lado era la conselleira de Turismo, también decorada con globitos, simulando un hombre de negocios. De ella no se guarda testimonio gráfico alguno. Es una pena, porque a lo mejor la gracia estaba en el conjunto, en la armonia de testimonios irónicos, o en la cara de la gente al verles actuando en la calle, esto son políticos, y no esos que se pasan todo el día en el despacho, si señor.

domingo, 21 de marzo de 2010

A mi tampoco me importa

Al presidente de Endesa no le importa que en Girona hayan estado una semana sin luz. Al fin y al cabo, no es problema suyo, porque Endesa, dice, cumple con los estándares europeos de mantenimiento.

Al obispo Cañizares no le importa la proliferación de ataques y denuncias que recibe la Iglesia por los casos de pederastia, porque la Iglesia, dice, está cimentada sobre la cruz de Cristo.

Zapatero resta importancia a confundir cinco etarras con cinco bomberos, porque lo importante, dice, es que la colaboración con Francia en materia antiterrorista está funcionando bien.

Como a nadie le importa nada de lo que parece tener su importancia, es de suponer que tampoco les importe yo, cosa que me importa poco. Y menos a ellos. Así que todos en paz.

sábado, 20 de marzo de 2010

no es fácil tratar conmigo



- Buenas tardes, señorita, llamo para dar de baja la linea ADSL.


- Está usted seguro, señor Mendigúcha?

- Mendigutxia.

- ¿Disculpe?

- Que estoy seguro, digo.

- Muy bien, señor Mendigícha, le voy a hacer una pregunta, para verificar que es usted quien dice ser. ¿Tiene gato?

- No, pero estoy a favor de la protección del borrico de Rute.

- Perfecto, señor Mendiguren. Tenemos una oferta estupenda, por la que puede usted beneficiarse de 10 megas, frente a los 6 que tiene contratados actualmente, más llamada de fijo a fijo, de móvil a móvil, de móvil a fijo y de fijo a móvil, más un pack de 10 llamadas a Australia para hablar con su cuñada, todo por 49,95 euros, ¿le interesa?

- No, no me interesa. Y no sé cómo sabe usted lo de mi cuñada.

- Todo el mundo sabe lo de su cuñada. Y si le ofrezco dos LG táctil con conexión a internet hasta en el metro de Barcelona, más llamadas de fijo a móvil de operadores diferentes y de móvil a fijo del mismo operador y un bono para tres empastes o tres limpiezas de boca en nuestra red de estomatólogos, por 39,95 € de nada, ¿le interesa?

- No, señorita, es usted muy amable, pero no me interesa nada de lo que me pueda ofrecer.

- Eso ya lo veremos, majete. Finalmente, señor Mendichingas, puedo ofrecerle un módem USB 3G por 19,95 €, y de regalo las obras completas de Agata Christie en edición de lujo y bono de suscripción de tres años gratis al canal Playboy.

- No me interesa, señorita, muchísimas gracias, es usted muy amable, pero no me interesa.

- En ese caso, señor Mediavilla, vamos a proceder a dar de baja su ADSL, ¿es esto correcto?

- ¿Que si es correcto qué?

- Que vamos a dar de baja su ADSL.

- Yo no sé si lo que vamos a hacer es correcto. ¿Por qué todo tiene que ser correcto?

- Correcto. En ese caso, señor Mendibelzúa, vamos a proceder a realizar una grabación. Conteste que sí a las preguntas que le voy a ir haciendo, ¿lo ha comprendido bien (que me parece que tiene usted una tarde un poco espesa)?.

- Creo que sí, no parece difícil.

- Muy bien. Adelante entonces. ¿Es usted don Pedro Mendigúcha ... con deneí tal y tal, domiciliado en bla, bla...?

- Sí, lo soy.

- ¿Pero no me dijo que lo había entendido? No conteste "si , lo soy", sino "sí". Vamos a tener que repetir la grabación. A ver si estamos a lo que estamos, que no tengo yo toda la tarde.

Y cuando todo estuvo resuelto, o casi, me dijo que no colgara, que me iban a pasar una encuesta para ver si estaba satisfecho con la atención recibida, y que tuviera a bien ponerle una buena nota, porque había derrochado conmigo más paciencia que el santo Job.

Y contesté que sí, que tenía razón, y le puse un nueve. Porque no es fácil tratar conmigo.

viernes, 19 de marzo de 2010

Veneno con los donuts

A cuatro alumnos de una guardería de Vigo los han ingresado en un Hospital para que se recuperen poco a poco, porque estaban medio dormidos. Al parecer, su estado se debía a la somnolencia que les entraba a las criaturas en el ratito del corro, donde cada niño le cuenta a los demás lo que cenó ayer y el tiempo que hace hoy, cosa bastante poco interesante. Donde todos hablan y ninguno escucha. De hecho, la maestra de mi hijo el pequeño me decía que el único momento del corro matutino en que prestaban atención era cuando iba a hablar él, por la cantidad de cosas raras que cenaba, por ejemplo, garbanzos con espinacas. Puaj, hacían los otros, mientras él se relamía al contarlo. Ya he dicho muchas veces que es paranormal. Voviendo a Vigo, podía ser eso, o que les daban un somnífero con el desayuno, para que no dieran la paliza el resto del día, que tiene cojones.

Yo tenía un profesor de Historia en 3º de BUP, al que apodábamos "el sopas", que nos tenía a todos marcotizados. Pero puedo asegurar que no nos envenenaba.

El único caso de envenenamiento que conozco es el mío propio, que un día que nos íbamos a América, viendo lo pesaditos que se ponían los dos hijos que entonces tenía, y las doce horas de avión, una detrás de otra, que iba a tener que aguantarlos, les dí un antialgo que me recomendó un amigo médico que tenía más mala idea que Mengele, y cayeron fritos a los diez minutos. El viaje resultó bastante tranquilo, y los días siguientes también, porque parecían fumaos (moraos se dice ahora, parece). Hablaban arrastrando la lengua y se reían a todas horas con risa estúpida. No fuimos denunciados, pero acumulamos un nuevo hecho a nuestro historial delictivo, que ya veréis el día, cada vez más próximo, en que comparezca ante los servicios sociales y algún hijoputa cite esto como un precedente del mal trato de hoy.

jueves, 18 de marzo de 2010

Prodigio de imprecisión

Las radio-fórmulas son para lo que son: para que un profesor llegue al aula por la mañana con la voz entonada después de haber cantado a pleno pulmón it´s raining men con las ventanas del coche bajadas, para tener de música de fondo en el taller de chapa y pintura, o para que un adolescente de hoy se entere de quien es Joan Baez.

El problema es cuando sus pinchadiscos se meten a otra cosa. Ayer a una le tocó presentar una hora de música del año 1989, y debió preguntar por la redacción a alguno a ver qué pasó en ese año en el mundo.

- lo del muro, mujer, le debió de contestar uno de los mayores del equipo, que había nacido cuando el Mundial de Naranjito.

- Ah, coño.

Y soltó con todo su remango una perorata con la que se cubrió de gloria:

- 1989 se recuerda como el año de los milagros, cuando una monjita del Perpetuo Recoveco de la Vía Dolorosa, blandiendo una estampita de San Josemaria Escrivá de Balaguer curó de unas fiebres tifoideas a una mujer que tenían de interina en el convento para tareas de limpieza... (bueno, esto no dijo, pero yo me partía de risa pensando en que para ella los milagros fueran de estos), cuando se disolvió el telón de acero que separaba Europa de Asia.

Que prodigio de imprecisión.

Cuando yo sé que ni con ácido sulfúrico de disuelve el acero. Y menos un telón.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Euskaltel (2)

Al módem de Euskaltel le han durado las pilas veinte horas. Luego se ha parado y ha habido que llamar al servicio técnico. No me digáis que no tiene gracia. La casa agujereada, cable por todas las paredes, multitud de aparatos electrónicos nuevos con lucecitas, que parece navidad cuando apago las luces y me voy a la cama, y va y se estropea sin ningún hijo mío le dé un balonazo, que es por loq ue se estropean y se rompen las cosas en mi casa. La del servicio técnico ha estado amable, aunque un poco obtusa.

- dígame el modelo de módem

- E2325

- muy bien (como si hubiera acertado algo). Ahora dígame si parpadea la luz de la derecha.

- sí, parpadea.

- ¿cómo parpadea?

- mmm, yo diría que como los ojos de una adolescente enamorada.

- entonces es que el módem está estropeado. Mañana le mando al técnico. ¿Le viene bien a las cuatro?

- Pues no, porque...

- Bien, entonces a las cuatro (se oía a un técnico gritar por detrás voy yo, voy yo, que en esa casa dan bocadillos de nocilla).

En cualquier caso, me va a venir estupendamente, a ver si se lleva alguno de los mandos que se dejó, y unos alicates que me encontré debajo de la sobrecama.

martes, 16 de marzo de 2010

Euskaltel

Vinieron los de Euskaltel, me agujerearon la casa, y me instalaron un módem para Internet, un punto WIFI, un decodificador digital para la señal de televisión y una conexión entre el VHS y la televisión. Me informaron de que tenía estropeado el reproductor DVD, de que podía utilizar la antena de mástil y poner en él una bandera del Athletic, o de la Legión, porque la habían convertido en un elemento decorativo más, de los muchos que tiene mi casa, yo el primero, y de que podía utilizar el aparato de la TDT para un museo de cosas de esas que tenían los abuelos.

Como mi casa es como el coño la Bernarda, niño sale, niño entra, ahora un chino, luego un ruso, luego un negro, uno de los operarios anduvo entretenido toda la tarde, abriendo y cerrando la puerta. En una de estas le ví tomandose un café y preparando bocadillos de Nocilla, sin hacer nada de provecho pero totalmente integrado.

Cuando se fueron, los técnicos se despidieron con cariño. A uno le pedimos que fuera el padrino de Primera Comunión del Xavi. Dejaron tras de sí un rastro de tecnología muerta, polvo por todas las esquinas y un ligero olor a sobaco. Tambien se debieron olvidar un mando, porque ahora delante de la tele hay cinco. Todos grises. En total, casi 175 botones. De 175 botones no tiene que estar pendiente ni un ingeniero de la NASA, no me jodas. A ver quien es el guapo que se atreve a tocar uno.

lunes, 15 de marzo de 2010

Autoayuda

Esto de la autoayuda es nuevo. Cuando yo era pequeño no existía, porque las vecinas tenían siempre huevos de sobra, porque a los ciegos todas las personas les ayudaban a pasar la calle y porque los empollones no escondían los deberes para que no se los copiaran los demás a primera hora. La ayuda era una cosa natural, que a las personas les salia de dentro. Pero ahora, como hay tanta gente "que solo hace que dar por culo", ha habido que recurrir a este invento moderno. Y no hay librería que no tenga su sección de libros de autoayuda, ni suplemento dominical que no tenga la correspondiente sección firmada por algún psicólogo famoso.

En uno de estos citaban a Aristóteles: enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, no resulta tan sencillo. Jolín con Aristóteles. El autor decía también que enfadarse es algo que suele traer secuelas negativas en la salud, e invitaba a pensarse dos veces si merece la pena perder los estribos con alguien, porque si te enfadas te sube la presión arterial, te entra acidez de estómago e insomnio, y tu cuerpo no sabe qué hacer con la adrenalina sobrante. Yo me lo pensaría.

Lo que yo había observado, al mirar mi cara en el espejo del cuarto de baño, es que si permaneces enfadado mucho tiempo te vuelves feo. En mi caso, más feo. Ahora pienso que a lo mejor es por lo de la acidez, o por la bilis, que se acumula en las bolsas que se forman debajo de los ojos, qué sé yo.

En el mismo artículo, el coach Walter Anderson proponía que si nos asalta el resentimiento o el odio hacia alguien que nos ha herido, le abracemos. Directamente, sin más, en lugar de escupirle en el ojo. Ya veis lo útil que es la autoayuda: un problema, un remedio, y pelillos a la mar.

Yo me conformo con pedir a la humanidad entera que no se enfade. Y que si está enfadada, que haga lo posible para que se le pase. Para hacer bonito, porque enfadados somos tan horribles que contribuímos de manera apabullante a la degradación medioambiental.

domingo, 14 de marzo de 2010

de tres en tres, millones

Una mujer dejó en su testamento tres millones de euros a la Asociación para la Defensa del borrico de Rute, de Córdoba, y otros tres millones de euros al lince ibérico. Y porque solo tenía seis millones de euros, que si no, hasta las hormigas rojas comehombres se hubieran llevado su parte.

Localizar a la Asociación esta de los burros fue fácil. Y lo primero que hicieron con el dinero es darse una mariscada, que pensaron que al borrico no le iba a importar, y si le importa que se joda, dijo uno, que estamos todo el día pensando en ellos y nos matan a disgustos, siempre al borde de la extinción.

Pero al lince ibérico todavía lo andan buscando. A ver a cual le ha dejado el dinero, decían, que en Doñana hay un pùñado, ya podía haber sido más concreta la señora esta, y yo por qué tengo que buscar a un lince para darle tres millones, decía otro, si no va a saber en qué gastarlos, órdenes son órdenes, le respondía el jefe del comando de búsqueda, y, pensándolo bien, podemos adoptar un lince, el primero que veamos, y nos quedamos con la pasta, que con tres millones de euros nos da para que viva como un rey y a nosotros para vivir como príncipes herederos.

Los hijos de la difunta están muy contentos, me faltaba por decir.

viernes, 12 de marzo de 2010

las prisas, las malditas prisas

- Perdona, Pedro, tienes mal puesto el pantalón.

Me levanté pronto pero anduve lento. Yo soy así. Y me dieron las 8:15 en la habitación del hotel, recogiendo las cosas a todo correr, olvidándome de robar los jabones y subiéndome los calcetines mientras llamaba al ascensor, con la nariz. Aproveché el espejo del elevador para ponerme en su sitio el nudo de la corbata, y comprobar que la raya del pelo era lo suficientemente recta como para no delatar las prisas.

Y me planté delante del auditorio a las 8:30, como un clavo. Y así pasé las seis horas siguientes. Actué, gesticulé, me moví arriba y abajo, sin darme cuenta de la cara de sufrimiento con la que me miraban algunas mujeres, tan enajenado estaba y tan esclavo de la verborrea comunicativa.

Ni siquiera cuando paramos a tomar un café se atrevieron a decirme nada, porque ese es el tiempo que aprovechan los más empollones para preguntarle cosas a uno.

Pasados los agradecimientos y los parabienes, se me acercó:

- mira, he sufrido mucho por tí porque no sabía cómo decirtelo, pero llevas mal el pantalón.

Efectivamente, la goma del calcetín había atrapado el bajo y mi pantorrilla presentaba un aspecto sumamente ridículo, con el dobladillo en su sitio por la parte de fuera y a la altura del tobillo por la de dentro.

- y qué goma más resistente tiene tu calcetín.

- Yo también me había fijado, apuntó otra.

- Y yo, una tercera.

Seis horas, seis, viví en la impostura.

Incluso llegué a hablar de la importancia que tiene cuidar la propia imagen, porque la imagen dice mucho de nosotros.

De mí dijo que soy un dejao, la jodida.

¿culo se puede decir?

- ¿se puede decir culo?

Donosti y Girona compiten cada año por ser la ciudad de España con más alta calidad de vida. Y resulta que en Girona cayó el lunes pasado una nevada de campeonato, que ha dejado sin luz a todo pichichi. Y estamos a viernes y todavía no ha vuelto la luz.

Así que mandaron a un reportero a ver lo que decía la calle. Y la calle decía perrerías, a ver: que esto es una vergüenza, tres días ya sin ducharme, que seguro que si los políticos vivieran aquí en lugar de en Barcelona ya nos habrían puesto unos generadores... Hasta que el periodista se llegó a un viandante que lo que estaba es hasta la coronilla de ver a la gente quejarse por todo.

- toda esta gente que se queja, ¿sabe usted?, mucha nieve, mucha nieve, en cuanto puede coge el coche, los niños y la parienta, y se va a la nieve, a dar... ¿se puede decir culo?, pues a dar por culo con el coche por la nieve.

Otro que pone el ojo en la llaga, ¿veis? O en el culo, quizás.

Hay dos cosas que me admiran más que ver salir el sol cada mañana. Una es una la sencillez y la precisión de la lengua castellana. Cómo la expresión "dar por culo", oportunamente empleada y en un contexto adecuado, designa a quien se conjura cada día para hacer la vida incómoda a los demás. O a uno solo de los demás, en quien focaliza sus frustraciones y sus fracasos, sin obtener a cambio más satisfacción que ver jodido al otro. Y otra es la inmensa sabiduría que alberga el alma de la gente de la calle y lo fácil que llega a la verdad: que hay gente que solo dar por culo sabe.

jueves, 11 de marzo de 2010

Fugas

La única razón por la que en clase acabo desvariando es porque soy incapaz de mantener un discurso coherente. El caso es que estaba explicando a Carlos Marx y acabé hablando de la tendencia natural del cuerpo humano al ahorro de energía. No me preguntéis por qué, porque no lo sé.

Me fijé en un alumno especialmente propenso a dejar su cuerpo en brazos de Morfeo al minuto diez de clase, y le dije como tú, que siempre estás a lo mismo.

- Yo no es que ahorre energía conscientemente, me contestó, saliendo del sopor, es que debo tener alguna fuga.

- Por la que se te va la energía, apostillé.

- Exacto, replicó.

Le invité a despelotarse al llegar a casa y buscar la fuga con ahínco, que no tiene gracia ninguna estar perdiendo energía y no saber por dónde, aunque las sonrisas de medio lado de sus compañeros me hicieron suponer que a lo mejor ellos conocían el origen de la fuga. Y que era vano el esfuerzo del despelote.

Pero lo primero que hice yo, conmigo, fue lo que propuse. Y encontré tantas fugas que empecé a entender por qué a las mañanas tardo dos horas en recordar quien soy y qué pinto aquí.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Lenguaje preciso

Podría ser gallego, dijo Rosa Díez cuando le preguntaron por Jose Luis Rodriguez Zapatero. En el sentido más peyorativo del término, añadió. Se repite un poco, porque hace cuatro meses, en A Coruña, se refirió al presidente de la Xunta diciendo que estaba siendo demasiado gallego, en el sentido peyorativo del término.

Desde mi punto de vista, esto quiere decir que para la presidenta de UPD el término gallego, referido a una persona, y sin que designe su procedencia, tiene dos sentidos: el peyorativo y el más peyorativo.

Luego le preguntaron por Rayoy. Y contestó que es gallego (qué pocos recursos, por Dios). Y, por el movimiento de cabeza con el que acompañó la respuesta, dando a entender que con eso ya lo había dicho todo, porque parece ser que todo el mundo que escucha a Rosa Díez sabe lo que significa ser gallego. Algo malo.

Es verdad que la entrevista transcurría por derroteros coloquiales y campechanos, pero conviene puntualizar que el entrevistador le hizo la pregunta advirtiendo de lo "precisa" que es Rosa Díez, supongo que en lo del lenguaje. Y debe tener presbiacusia, como yo, porque donde se le pedía precisión, ella entendió concisión. O procesión, o no se qué de un camión, vete tú a saber.

Porque si de verdad entendió precisión, hay que joderse.

martes, 9 de marzo de 2010

el día sin IVA

Anduve dando la coña a mis alumnos todo el día con un pi-pi bastante molesto que emitía la fuente de alimentación. Y terminó por estropearse en medio de la clase. Así que de vuelta a casa pasé por el Media Markt, a ver qué veía. Ví un mogollón de gente en las colas, y lo atribuí a la llegada de la primavera, que estimula las ganas de comprar estúpidos adminículos digitales. Me fuí a buscar lo que buscaba, y por supuesto, no lo encontré. Le pregunté a un joven , que me contestó pregúntale a este. Pero éste estaba ocupado, y me fuí donde aquella, que me devolvió donde éste, que seguía ocupado. Al final fui donde ese, que me dió lo que quería.

Y me puse en la cola. Como iba para largo, me puse a probar aparatos de radio. Y me encontré con Cristina Almeida, que ha vuelto a la SER, con su verborrea de toda la vida, y hablando de Garzón y de su estúpida persecución por parte de Falange Española, decía que eso sí que era meter el ojo en la llaga (qué asco, puaj). Me recordó a aquel portero del Valladolid que cuando debutó en la selección dijo que se le habían puesto los pelos de gallina.

Y llegué a la caja. Y la cajera me vió tan triste que me preguntó qué me pasaba. Y le dije que nada, que me había agobiado al ver a tanta gente delante en la cola. Y me dijo que cómo habia ido a comprar el día que devolvían el IVA a todo el mundo, y le contesté que porque no me entero de nada, que si no a ver de qué.

lunes, 8 de marzo de 2010

los cristianos de a pie



Hay profesiones terribles, alienantes, como la de torturador, prostituta o censor eclesiástico. Algunos de los que la ejercen dicen que les gusta, o que cumplen órdenes, o que responden a un deber más alto. Todos coinciden en que su desempeño ayuda a muchos a alcanzar un bienestar mayor, físico o intelectual. Vaya, tienen tan asumida la indignidad de su quehacer que inventarse esos subterfugios les ayuda a sobrellevarla. Al menos es lo que yo pienso.

Los inquisidores la tomaron hace tiempo con la obra de Pagola. Y un cura amigo mío me dijo que un cristiano de a pie no podía leer ese libro sin acompañamiento. Y que eso justificaría que la obra se retirara de las librerías:

- deme el libro de Pagola, por favor.

- ¿tiene usted acompañamiento para su lectura?

- bueno, yo vivo con mi señora, si a usted le parece...

- entonces no va a poder ser, pero tengo uno estupendo de Corín Tellado que le va a encantar.

Le pregunté a mi amigo cura si esta chorrada del acompañamiento es porque los cristianos de a pie somos disléxicos o directamente gilipollas, pero me contestó con otro par de exabruptos, y alegando que no era esa la razón, sino que no estábamos suficientemente formados en teología. Digamos aquí que la formación teológica de este querido amigo cura es exactamente igual que la mía, y que ambas, juntas y multiplicadas por veintitrés, son infinitamente más birriosas y miserables que la del ex - vicario donostiarra.

Entonces repliqué que ya lo entendía, y que sería por la altura intelectual de su pensamiento que Jesús, el de Nazaret, el protagonista del libro, eligió a sus compañeros de recorrido teológico (de cuya herencia nuestro obispo es heredero y él colaborador) entre lo más granado de la sociedad judía: Simón Pedro, que estudió en la Pontificia de Cafarnaúm y por eso llegó a Papa, los hijos del Zebedeo, Santiago y Juan, con un Grado Superior en Comunicación, que a uno de ellos le llevó hasta Galicia, y Mateo, funcionario de la Hacienda del invasor, que acabó llevando la contabilidad del grupo, junto con Judas.

Aprovechando que somos cristianos de a pie, y que eso nos da cierta altura, deberíamos dar una buena toñeja a los cristianos sentados, aunque se les ladee la mitra, a ver quién se piensan que son para hacernos de menos, que digo yo que si puedo leer Cien años de soledad o El decamerón sin acompañamiento, o acompañado de quien me salga de las narices, puedo igualmente leer la extraordinaria aproximación histórica a Jesús de Nazaret de Pagola, o El Evangelio según Jesucristo de Saramago, o ver La última tentación de Cristo de Scorsese sin la guía de nadie, hombre. Y después de eso puedo comentarlo con quien quiera, cristiano o judío, musulmán o budista, y hasta con un ateo, válgame Dios. Y sacar después las conclusiones que me parezca, y ponerlas en un blog en internet, o hacer cine fórum con mis alumnos, o inventarme una instalación para poner en el Guggenheim.

No saben, porque muchos jerarcas eclesiásticos, en lo de ciudadanos son solo de a pie, que la libertad de expresión tiene su límite en el respeto a la libertad y a la dignidad de los demás, y no en ningún supuesto mandato divino -esto se puede decir, esto no, esto es ortodoxo y aquello no- del que ellos se creen depositarios.

Todo estos son tonterías, ya lo sé, pero es que yo leí mis libros de Teología sin más compañía que la de mi defectuoso cerebro, sin nadie que guiara mis pasos por el camino de la iluminación.

domingo, 7 de marzo de 2010

$ 69, 95

Un chollo. Chalecos antipuñaladas por $ 69,95 para los que vayan a Sudáfrica a ver el Mundial de Fútbol en junio. Esa es la confianza de los sudafricanos en la seguridad de sus calles.

Se pueden llevar, los chalecos, hechos con refuerzo de tripa de oveja lacha, por fuera o por dentro, para no dar el cante. Pero como en el Mundial lo que procede es dar el cante, y para el caso de que uno decida llevarlo por fuera, se venden con los colores de tu equipo: la roja de España, la azul de Italia, o la albiceleste de Argentina.

Y esto para el Mundial de futbol en Sudáfrica de este verano. Los de Río, a los que les tocarán las Olimpiadas de 2016, pondrán enseguida a la venta sus packs, y andan pensando, para aquellos clientes VIP, los que se gastan más de 3000 al día, en ponerles directamente un guardaespaldas, y dejarse de chalecos, que cuesta un huevo doblarlos y meterlos en la caja de tres kilos de Cola - Cao.

En Viajes Marcelo, aquí en mi pueblo, si compras un pack de cinco días, en avión Logroño - Ciudad del Cabo - Logroño, hotel de una estrella en régimen de media pensión en Soweto, un bono de 12 bocadillos de morcilla de ocelote, y dos entradas para el Gambia - Japón, te regalan el chaleco y te lo decoran a tu gusto. Y te hacen una demostración de como colocarse para esquivar el golpe de puñal.

En fin, que yo me he comprado tres packs. Por cien euros cada uno, a ver. Les he dicho que se queden con el viaje y que me den el chaleco: uno de Brasil, otro de Honduras y otro de las Islas Feroe. Y así tengo de repuesto, para las puñaladas de los próximos años.

sábado, 6 de marzo de 2010

dar y recibir

Vine a Madrid a dar y solo hice que recibir. Si, ya sé que la frase está mal construída, que qué castellano es ese, pero es que estoy traduciendo directamente del catalán, que es en lo que pienso estos días. También sé que así, con lo del dar y recibir, ha comenzado otro egunon, en otro día, pero es que me ha vuelto a pasar lo mismo, y mi vida es así, que en lugar de pasarme una cosa distinta cada día, hay experiencias que se repiten. Por ejemplo, la de derramar el zumo de naranja cuando intento trasvasar el contenido del exprimidor al vaso. Es indefectible e impepinable. Si me concentro mucho a lo mejor minimizo la cantidad desperdiciada, pero es que me agoto, tanta concentración, y me digo, bah, si prefiero limpiar a romper alguna neurona. Y luego se me olvida limpiar y me cae un buen chorreo, pero eso es otra cosa que contaré otro día.

Que decía que vine a dar y que solo recibí. El saludo cariñoso de Jose María, que, rodeado de culés y madridistas, sigue al Athletic desde Mérida. Y el agradecimiento de Maite, de Aiegi. Recibí una invitación a comer un pescado único, de nombre tan raro que ya ni me acuerdo, de apariencia extraña, mitad pechuga de pollo, mitad filete de platija, y sabor indefinible, mitad pesto, mitad cazón en adobo, aderezado con una conversación que hizo las veces de aceite, sal y pimienta. Recibí un ibuprofeno 600 que me dió Raquel, de Lugo, al verme flaquear, avanzado el día, y el cariño de dos amigas que conducían desde Granada entre una cortina de agua, preguntándose si no se habrían confundido y estarían en Barakaldo, o en Munich. Y recibí decenas de sonrisas, para echar mano de ellas cuando me falten las ganas de reir.

AENA se sumó a la fiesta y me regaló dos horas con las que no contaba. Para escribir y para leer. Y gratis, sin que yo se las pidiera. Y luego hay quien se queja de la T-4. Desde luego...

viernes, 5 de marzo de 2010

Berlusconi y yo.

Resulta que el PDL de Berlusconi no va a poder presentarse a las elecciones regionales del 28 de marzo porque llegaron tarde a entregar la documentación. Al parecer, el encargado de hacerlo salió un momento al bar a comer un bocadillo. Y qué, diréis, menuda explicación de mierda, podía haber ido antes. Pero eso es porque no os hacéis cargo del papel que un bar y un bocadillo juegan en la vida de muchas personas.

A mi me pasa mucho, que tengo que ir a buscar a un hijo a algún sitio, y como voy con tiempo, entro en un bar, pido un rioja y un bocadillo y agarro el Marca, para culturizarme un poco. Empiezo por la clasificación de la ACB, pero enseguida me lío, se me pasa la hora y pierdo el niño. Como ya están acostumbrados, mis hijos me buscan por los bares del pueblo.

Es penoso entrar a un bar, con su peste a tabaco, sus palabrotas y su olor a vino y a alcohol destilado y a fritanga, y ver a un niño pequeñito preguntando por su padre, e ir a otro y el niño detrás, que si has visto a mi padre.

Sin embargo, algunos barman ya me conocen y me avisan de la hora. Porque saben que, pese a lo que digan algunas miradas reprobatorias que siento en mi nuca, no soy un alcohólico. Sólo que el cóctel bar-rioja-marca-bocadillo se me hace irresistible a las siete de la tarde.

jueves, 4 de marzo de 2010

Guapetones

A mi me llamó caballero, aunque para desayunar pedí dos porras y café con leche en vaso, ya veis, de lo más popular. Y a dos que vinieron luego, les llamó guapetones. Dos veces. La primera al llegar, buenos días guapetones, qué queréis, y luego al servirles las tostadas con aceite, aquí tenéis, guapetones, buen provecho, cómo se presenta el día.

Como no tenía otra cosa que hacer que comerme las porras, y en eso apenas gastas neuronas, me puse a buscar alguna explicación a la diferencia de tratamiento. Guapos no eran, luego por ahí no iban los tiros. Guapetones tampoco, él uno sesenta y ella uno ochenta, y ciento cincuenta años entre los dos, pareja singular tostada en ristre, y el aceite goteando por el codo. Así que supuse que era para fidelizar a la clientela. Cuando empiezas a frecuentar un establecimiento eres un caballero, y a medida que la confianza te permite hacer guarradas con la comida sin recato alguno, te conviertes en un guapetón.

Por eso, cuando voy a Madrid, nunca voy dos veces al mismo bar a desayunar, porque cuando me muera, quiero que me pongan en la lápida aquello de que era "todo un caballero", y no "todo un guapetón", que queda menos para la posteridad.

miércoles, 3 de marzo de 2010

vacaciones a la vuelta de la esquina


- ¿Nos vamos a Tallín? nos sale a los cinco por 200 euros ida y vuelta.

- Venga. Así practico mi estonio, que lo tengo olvidado.


- Bueno, luego sale 40 € por maleta.


- Jodo, pues vamos con lo puesto. Total, para cinco días...

- Y 100 € cada uno de tasas de aeropuerto, esas que se pagan para tener asfaltada la pista, limpios los baños y contentos a los controladores. Y por pagar con VISA 35 € más. Y si no coges el seguro de cancelación te penalizan haciendote pasar con las bebidas por la cabina. Total, con un régimen de alojamiento y desayuno lo hacemos por 2500. Y en una pensión del centro de la ciudad, a dos pasos de la zona de bares y eso, que tienen de oferta que si bajas a por cruasanes a la mañana para todos los huéspedes te regalan la taza de café con café dentro. Y caliente, encima.

Puso una nota en el corcho de la oficina pidiendo aportaciones para saber qué se hace una semana en Estonia, aparte de encabronarse uno pensando en los mil y un usos alternativos de 2500 euros.

martes, 2 de marzo de 2010

95 euros

Cuando uno entra al Decathlon deberían darle un plano para orientarse, pero no lo hacen porque quieren que te pierdas. Y que acabes por no saber qué ibas a comprar, y compres, no lo que necesitas, sino lo que te va entrando por el ojo.

Yo llevaba semanas con los gemelos cargados por correr con katiuskas, así que me emplacé a cuidar mi cuerpo, que es el único que tengo, y a ponerme algo más cómodo en los pinreles. Cuando llegué al pasillo que era, después de pasar por el del calzado deportivo para el baloncesto, para el voleibol, para el curling, para el golf, para el tenis, para el tenis de mesa, para el paddle, para el fútbol - sala, para el futbol - playa, para el fútbol - siete, para el futbol - ocho, para el fútbol-de-patio-de-colegio-todos-contra-todos, para la natación sincronizada y para el vuelo sin motor, empecé, de allá para acá, a descartar modelos: los de corredor ocasional, porque es para los cagaos que solo corren un día a la semana, los de corredor esporádico, porque es para los milindris que corren de uno a cuatro días, las de corredor esporádico sobre hierba, las de corredor ocasional sobre ceniza, las de corredor frecuente sobre sintasol y las de afanoso corredor campo a través. Y ahí se acabó la secuencia. Lo siguiente era de "corredor profesional", o estar todo el día corriendo. Así que recurrí al del peto para pedirle consejo:

- mire, joven, yo no respondo a ninguna de esas etiquetas. ¿Sería tan amable de indicarme coño zapatilla necesito yo?

- ¿para jogging, running, o footing?

- para hacerte un nudo con los cordones en los pelos del sobaco como no dejes de tocarme los cojones, hombre, que ya está bien, que llevo una hora viendo bañadores y pelotas y necesito unas zapatillas para correr, co-rrer, cada-día, unra-tito.

El tira y afloja nos condujo delante de unas deportivas horrorosas que me acabé quedando, después de probarme no menos de siete pares y elegir el 42 1/2 del pie derecho y un 42 del izquierdo. Otra deformidad. Esta, del cuerpo, pensé.

- Es una compra estupenda, me dijo. Vienen a tener una duración de ocho a diez meses.

- ¿Cómo que diez meses? ¿95 euros y no te duran para toda la vida? Si lo más que me he gastado en zapatos son 30 euros y llevo cinco años con ellos.

Pero cedí. Y ya que estaba, me llevé, aunque no lo necesitaba, un cronómetro, un podómetro, un paravientos, seis pares de calcetines, un pantalón azul real-zaragoza, un botellín de agua y seis barritas energéticas.

No me digais que no sé comprar!

lunes, 1 de marzo de 2010

En misa de una los domingos

Quien no se sienta en misa con un niño de siete años en el regazo y una mujer de quince a la derecha no sabe lo que es estar a las duras y a las maduras.

- ¿quien era Abraham?

- un señor

- ¿y qué hacía?

- pues ya ves, mataba vacas y corderos

- ¿y por qué mataba vacas y corderos?

- porque creía que se lo había mandado Dios

- ¿Dios era carnicero?

- Dios es Dios, simplemente.

- ¿y por qué le entró sueño a Abraham?


- bueno, porque se pasó el día matando vacas y corderos, y eso cansa mucho.

Y así sucesivamente, hasta que terminamos hablando del sacrificio de Isaac y de la milagrosa intervención de Caín, que evitó el homicidio. Tal y como cuenta Saramago, que no la Biblia, como sabéis. El pequeño salió de misa pensando que estamos locos. Eso, por pensar.

- ¿en la Edad Media creían que había ángeles en el cielo?

- sí

- ...

- Pero ahora ya sabemos que los únicos ángeles que hay están en la tierra, y son como tú. Yo suelo ver muchos cada día en el pabellón de Bachillerato. Pero hay que saber verlos, porque van camuflados. Sin ir más lejos, el otro día ví uno haciendo un monólogo en un festival del Colegio.

(sonrisa de adolescente) También salió de misa pensando que estamos locos.

Pero como estamos locos...