lunes, 29 de marzo de 2010

Munilla y Caparrós

Salta a la vista que Munilla, el obispo de la diócesis de San Sebastián y Caparrós, son almas gemelas. Cuando van ganando, enfrían el partido.

- Tu vas a Donosti a no hacer nada.

- ¿Nada?

- Nada

Y así.

Como cuando gana el Athletic.

- Si vamos ganando no se juega.

- ¿A nada?

- A nada

La diferencia es que cuando gana el Athletic, aunque no juegue un pimiento, te vas a casa tan pichi, y te enfrentas al lunes con cara de aquí estoy yo y vamos sextos en la liga. Y cuando habla Munilla tú preguntas al de al lado a ver qué ha dicho, y él, si no se ha dormido, te dice que nada, o que no sabe.

Es lo que les ha pasado a los cinco mil guipuzcoanos que subieron con el obispo a Aranzazu el otro día, que después de dejar los higadillos en las cuestas, y esperando... algo, tuvieron que conformarse con nada.

Otra vez será.

2 comentarios:

Sofia dijo...

En una reseña de la homilía De Munilla en Aranzazu, destacan:
"Durante el sermón, Munilla recalcó los problemas con los que cuenta "la palabra de Dios" a la hora de calar en la sociedad. De esta manera, apuntó que la "indiferencia" que muestran las personas hacia "el Dios que nos habla", mientras que la "inconstancia" y la "doble vida" que se tiene al intentar "compaginar nuestra vida cristiana con nuestra vida mundana", serían la segunda y tercera "dificultad" con la que se encuentra la Iglesia a la hora de dar a conocer su credo. Aun y todo, aclaró que "Dios está de enhorabuena" puesto que "conoce que son muchísimos quienes, superando la tentación de la indiferencia de la inconstancia y de la doble vida; tienen hambre y sed de su Palabra, la acogen con perseverancia, y procuran vivir coherentemente en unidad de vida".

Que no dudo que sean problemas de la Iglesia, pero que así dicho ni descubre nada nuevo, ni lo dice con garra. Así que no es de extrañar que les dejara más fríos que los trece apóstoles de piedra que jalonan la entrada.

Blanca dijo...

No he leído el "sermón", pero ahora con las notas de Sofía, entiendo el comentario de Pedro.

"Compaginar nuestra vida cristiana con nuestra vida mundana..." ¡Caray, qué duro!!! Y lo de "la doble vida, ante la que muchos pelean procurando, vivir con coherencia en unidad." ¡Qué barbaridad!!

¿Y no será, que uno de los graves problemas de la Iglesia es, que algunas jerarquías, se mueven a años luz de los lugares que pisa el creyene de a pié?

Para reirse, si no fuera porque hace llorar.