martes, 16 de marzo de 2010

Euskaltel

Vinieron los de Euskaltel, me agujerearon la casa, y me instalaron un módem para Internet, un punto WIFI, un decodificador digital para la señal de televisión y una conexión entre el VHS y la televisión. Me informaron de que tenía estropeado el reproductor DVD, de que podía utilizar la antena de mástil y poner en él una bandera del Athletic, o de la Legión, porque la habían convertido en un elemento decorativo más, de los muchos que tiene mi casa, yo el primero, y de que podía utilizar el aparato de la TDT para un museo de cosas de esas que tenían los abuelos.

Como mi casa es como el coño la Bernarda, niño sale, niño entra, ahora un chino, luego un ruso, luego un negro, uno de los operarios anduvo entretenido toda la tarde, abriendo y cerrando la puerta. En una de estas le ví tomandose un café y preparando bocadillos de Nocilla, sin hacer nada de provecho pero totalmente integrado.

Cuando se fueron, los técnicos se despidieron con cariño. A uno le pedimos que fuera el padrino de Primera Comunión del Xavi. Dejaron tras de sí un rastro de tecnología muerta, polvo por todas las esquinas y un ligero olor a sobaco. Tambien se debieron olvidar un mando, porque ahora delante de la tele hay cinco. Todos grises. En total, casi 175 botones. De 175 botones no tiene que estar pendiente ni un ingeniero de la NASA, no me jodas. A ver quien es el guapo que se atreve a tocar uno.

2 comentarios:

Casilda dijo...

Jajaja la tecnología es complicada pero por lo que yo recuerdo Pedro tu "lo pillas" rápido, creo que fuiste todo un inovador con el cañon proyector en clase de filosofía ;)

Sofia dijo...

Ya sabes, los mandos dan miedo al principio, luego con que controles los tres botones de cada uno que hacen lo elemental.... lo de más enjundia, se lo pides a "tus remedios para la tristeza" que por la edad y condición manejan los artilugios esos como si hubieran tenido uno en el útero materno.