viernes, 12 de marzo de 2010

las prisas, las malditas prisas

- Perdona, Pedro, tienes mal puesto el pantalón.

Me levanté pronto pero anduve lento. Yo soy así. Y me dieron las 8:15 en la habitación del hotel, recogiendo las cosas a todo correr, olvidándome de robar los jabones y subiéndome los calcetines mientras llamaba al ascensor, con la nariz. Aproveché el espejo del elevador para ponerme en su sitio el nudo de la corbata, y comprobar que la raya del pelo era lo suficientemente recta como para no delatar las prisas.

Y me planté delante del auditorio a las 8:30, como un clavo. Y así pasé las seis horas siguientes. Actué, gesticulé, me moví arriba y abajo, sin darme cuenta de la cara de sufrimiento con la que me miraban algunas mujeres, tan enajenado estaba y tan esclavo de la verborrea comunicativa.

Ni siquiera cuando paramos a tomar un café se atrevieron a decirme nada, porque ese es el tiempo que aprovechan los más empollones para preguntarle cosas a uno.

Pasados los agradecimientos y los parabienes, se me acercó:

- mira, he sufrido mucho por tí porque no sabía cómo decirtelo, pero llevas mal el pantalón.

Efectivamente, la goma del calcetín había atrapado el bajo y mi pantorrilla presentaba un aspecto sumamente ridículo, con el dobladillo en su sitio por la parte de fuera y a la altura del tobillo por la de dentro.

- y qué goma más resistente tiene tu calcetín.

- Yo también me había fijado, apuntó otra.

- Y yo, una tercera.

Seis horas, seis, viví en la impostura.

Incluso llegué a hablar de la importancia que tiene cuidar la propia imagen, porque la imagen dice mucho de nosotros.

De mí dijo que soy un dejao, la jodida.

1 comentario:

Blanca dijo...

Ay! Que me da algo!!! No sólo al Mariano de Forges le ocurren cosas.

Y digo yo, ¿mereció la pena el sofoco sufrido por las tres comadres para sacarte de tu error??
La eterna pregunata: " ¿Despertar conciencias..., o permitir al personal que sea feliz, a su manera; pese a que la manera tal, nos haga pasar un trago de no te menees porque un ponente despistado tiene la garrilla un poco más elevada de la cuenta???"

Pues que quieres que te diga, si te dejan tranquilo esperando que la naturaleza siga su curso y te lleve a visitar la puerta del icono del hombrecito hermano del de los semáforos..., todo habría acabado igual, y tú en este momento serás un hombre feliz, que ha sumado una charla más en su haber.

La eterna pregunta...