viernes, 28 de agosto de 2009

La chica de mis sueños

La que pintaba con rotus en mi espalda
muñecos imposibles
en mañanas lluviosas de domingo.

La que cuelga en mis paredes
fotos y mensajes,
para que me aprenda las caras de sus amigos,
para que me entere de que los quiere.

La que pregunta
con interrogaciones que se arrastran
hasta el infinito.
Y más allá.

La que sonríe sin complejos
con sonrisa de metal.

La que nada en el silencio
de una mirada vertical,
interminable.

La que no tiene miedo,
la intrépida,
la exploradora del uso del condicional,
me dejarias?.

La que quiere ver,
mañana sin falta,
cuán bella la vida es.

Y qué largo se hace esperar



de José Agustín de Goytisolo, Palabras para Julia.

2 comentarios:

Blanca dijo...

Y qué bueno que no llegue; sí qué bueno. Qué mejor razón para levantarse cada mañana; aunque “la chica de mis sueños”, permanezca ahí, en ese mundo ¿irreal?, que hemos creado para cuando "llegamos a casa". Qué bueno poder continuar “esperando a Godot”, aún a sabiendas, que del todo, no llegará nunca. Qué bueno, que la utopía siga ahí, para que la persigamos, aún sabiendo, que ahí va a continuar.
Qué bueno leer poesía, ese “mensaje atemporal”, que cada día tiene algo para quién no tiene reparo en adentrarse en ella.

Sofia dijo...

Aprovechando que va de poesía y de utopía, aporto este canto a la paz con la ilusión de que unida con el amor de la poesía de Pedro, vayamos dando pasos en la historia mientras llevemos en la mochila esos dos valores.

LA PAZ

"Plena de cien canciones ella avanza.
Por lomadas o rios ya se asoma.
Con fulgor de blancura azul alcanza.
La oscuridad del alma cual paloma.

Deja estela de gloria en la confianza.
Que al corcel de la furia presto doma.
Tras su paso gobierna la esperanza.
Conquistando a la brisa con su aroma.

Se transforma el desierto en la pradera.
Si su tibia presencia ya es caricia.
Trastoca al frio otoño en primavera.

Al corazón, del odio y la avaricia.
Con sereno silencio ya libera.
Puede hacerse real si hoy hay justicia.

Autora:Mª Cristina Azkona.