miércoles, 5 de agosto de 2009

envidia cochina

Desde que Dios dijo aquello de hágase la luz, y la luz se hizo, el ser humano, que todavía no estaba, pero que vino al cabo de unos días y se dió cuenta enseguida de todo, se ha visto permanentemente tentado de emular semejante potencia creadora, con poco éxito en la mayoría de la ocasiones.

A mi me pasa con las tortillas de patata cuando viene mucha gente a casa sin avisar, y les tienes que dar de cenar. Yo lo intento cada vez, y digo mirando a la cocina, y muy concentrado, para atraer hacia mí todas las fuerzas creadoras del universo:

- hágase la tortilla española.

Y nada.

Cuando eres jefe te pasa más. Alguna vez dije aquello de quiero ver este informe encima de mi mesa dentro de una hora, y lo único que creé fue una sonora carcajada en mi interlocutora:

- lo mejor que tienes es el sentido del humor, me contestó.

Así que no me extraña que Zapatero dijera aquello de que en septiembre todos los niños españoles de 5º de primaria dispondrán de un ordenador ultraportátil en el aula. Digo yo que pensaba que la fuerza creadora de su palabra de presidente ensamblaria chips, etiquetaría el producto y lo pondría en la puerta de las escuelas para que el solícito encargado de material lo llevara al aula, y una vez allí el responsable TIC pusiera los equipos operativos en un periquete. Y ya ha dicho el Gobierno Vasco que tururú, que de septiembre nada y que ya veremos si a lo largo del primer trimestre.

En la Biblia lo que viene después es una cura de humildad por querer ser como dios. Así que a saber lo que nos espera.

No hay comentarios: