miércoles, 1 de julio de 2009

Tasmania

Los habitantes de Tasmania estaban aterrorizados. Las plantaciones del sur de la isla aparecían cada mañana con unos misteriosos círculos concéntricos hechos en el suelo, que ellos atribuían a la acción de los alienígenas.

Pero resultó que no. Que se trata de canguros autóctonos, atraidos por las amapolas de las plantaciones de opio, que se comen como si fueran palomitas en el cine. Y cuando están completamente colocados, de ponen a dar vueltas de manera frenética, en circulos, hasta caer rendidos y agotados por el sueño.

Por lo visto, algún lugareño ha visto a ciervos y ovejas hacer lo mismo, ponerse ciegos de amapolas y "actuar raro": leían La Razón y giraban como ventiladores, originando similares desaguisados en las plantaciones.

Los enfermos ingresados en los hospitales de Tasmania ya sospechaban algo, cuando en las operaciones empezaron a darles por toda anestesia un nolotil y un palo para morder, como en las películas de vaqueros. Claro, sin las florecitas rojas esas no hay morfina que valga, ni muchas otras cosas menos recomendables.

Ante la falta de amapolas, los laboratorios están ensayando con margaritas y con gladiolos. Y no les sale. Eso sí, del quirófano los enfermos salen muy doloridos, pero perfumados.

1 comentario:

Sofia dijo...

Una historia semejante me contó un amigo cardiólogo. Pero no es como en el caso de la amapola, que creo que el efecto es calmante,(salvo en los canguros que como dices brincan y saltan como locos, dependerá de la dosis).

Lo que yo sé es con la Digitalis Purpúrea, que es una planta que se puede encontrar en cualquier ladera a la sombre y entre rocas, por aquí, por nuestra zona. De ella se saca la digitalina que utilizan los médicos cardiólogos para los ataques de corazón. Pero a mi me contaron, que las vacas un poco añosas, se acercan y buscan estas plantas, porque saben que les acelera el pulso y notan un rato de mayor energía al rato de comerlas. Me decía que muchos caseros lo saben, porque se lo han visto hacer muchas veces.

Si digo yo que los animalitos son bastante sabios y utilizan lo que pueden, sin necesidad de ir a la farmacia. Lo que no sé es como calculan las dosis para no pasarse y que no les dé un colocón.