viernes, 3 de julio de 2009

Honduras


Es muy fácil criticar las condiciones de falta de libertad y de democracia en un Estado mientras uno está cómodamente sentado en otro tomándose un café delante del ordenador. Y como es tan fácil, lo voy a hacer.

El último libro de Javier Cercas tiene muchas cosas buenas: es muy entretenido, tiene ritmo de novela aunque no es una novela, ayuda a entender mejor a personas y hechos cruciales de nuestra historia... Pero lo mejor de Anatomía de un instante es que deja claro que las cosas no son como parecen. Eso es algo de lo que me voy convenciendo. Y así, cuando pasa algo me pregunto por qué pasa y qué o quién o quienes lo provocan. Y me enredo en preguntas sin tener ninguna respuesta. Por eso soy una persona que está tan a gustito en silencio, haciendo listas de preguntas sin respuesta.

Los golpistas de Honduras dicen que acudieron al rescate de la democracia (como algunos en España en el 81), que para eso está el Ejército, porque el presidente Zelaya preparaba un referéndum para modificar la Constitución y ser reelegido para un nuevo mandato, y de perpetuados están hasta el gorro en América Latina. Y yo me pregunto qué hay de malo en modificar Constituciones (en España pasa igual, que parece que la tocas y da calambre) mediante referéndum.

También me pregunto por qué los Estados Unidos claman ahora al cielo y no pararon el golpe, si la CIA estaba al cabo de la calle, que seguro que lo estaba. Igual no lo pararon por tocarle un poco las narices a Chaves, y tenerle entretenido una temporada, ahora con los de Honduras, y así les deja en paz. Y entonces me pregunto a ver quienes son ellos para jugar con la vidas y las libertades de los hondureños por un quítame a este pesado de rojo de encima.

Y me pregunto por qué Micheletti (el presidente golpista) ha cursado una orden de busca y captura contra Zelaya a través de Interpol si ya sabe dónde está, y si además Zelaya ha dicho que ahorita vuelve para Tegucigalpa, ya son ganas de hacer trabajar al prójimo.

Y me pregunto quién estaba de guardia en la Interpol el día que llamó Micheletti para pedir que buscaran al presidente que eligieron los hondureños y le dijo si señor Micheletti, lo que usted diga señor Micheletti, ahoritita le busco y le capturo al presidente que usted sacó a patadas del país y abandonó a su suerte en Costa Rica, pero la próxima vez ándese con cuidado y no vaya perdiendo presidentes. Cuando vuelva a estar de guardia el eficiente funcionario voy a llamar yo a la Interpol para que me busquen y capturen al gato.

Y me pregunto muchas más cosas que es más prudente callar.

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