lunes, 24 de mayo de 2010

sociología (3)


Como podéis ver en la imagen, no soy el único que ejerce la sociología los fines de semana.

Los mismos ojillos que al sociólogo de Forges se me ponen a mi al ver, como cada domingo del mes de mayo, desfilar delante de mi terraza del aperitivo a niños repeinados y a niñas de peluquería vestidos de forma estrafalaria. Minutos antes han llenado la parroquia hasta la bandera, ellos y sus familias, y ahora van camino del banquete, donde celebrarán el encuentro del niño con lo trascendente.

Y con lo que se celebran ahora las efemérides, no quiero ni imaginar lo que será cuando celebren la comunión número 100.

1 comentario:

Sofía Cela Echevarría dijo...

A mayor parafernalia, comida, regalos, ropa,... en definitiva, aledaños externos de la primera comunión; menor sentimiento religioso, interiorización y sentido profundo de lo que se celebra.

Mira, no se me había ocurrido para ponerlo como ejemplo para explicar la regla de tres inversa.