sábado, 29 de mayo de 2010

Formentera


Formentera es una isla muy bonita que está ahí, en mitad del Mediterráneo, un poco a desmano. Por eso a nadie se le ocurriría casarse allí, porque menuda faena para los invitados, a los que la gracia les sale la torta un pan.

Eso debieron pensar unos cuantos oficiales del Ejército del Aire, menudo gracioso el teniente Mijangos, ir a casarse en Formentera el jodido, y encima invitarnos a toda la escuadrilla, es que la novia es de alli, concho, pues menos mal que no es del Hierro, o del islote Perejil, o de Cabrera o de Conejera.

Acabaron arrestados por utilizar tres aeronaves del Ejército para ir a la boda. Desde Mallorca fueron. Bueno, algo es algo. Por lo menos no fueron desde El Ferrol.

Lo malo de estas noticias es que desaparecen enseguida de los periódicos, y ya no hay forma de saber cómo se defenderán los acusados, que es lo único interesante del asunto: que si la gasolina la pagamos de nuestro bolsillo, que aprovechamos para hacer las horas de vuelo que necesitaban los suboficiales para completar su periodo de formación, que de paso hicimos el mantenimiento de las avionetas, que estaban las aeronaves ahí, muertas de risa, que si no llegábamos y yo era el padrino...

Y luego anda el presidente del Gobierno recortando medio punto de aquí y un cuartillo de allá. Mejor invertir en explicar de quién es lo público, y que lo público no se toca cuando no toca.

Qué país, por Dios.

1 comentario:

Blanca dijo...

Tiene gracia, si no fuera porque es para llorar.

Hay que joderse!!!