domingo, 16 de mayo de 2010

Castilla

Mis amigos curas me decían que el fenómeno de la descristianización va de norte a sur, y debe ser verdad, porque esta mañana, paseando por Las Batuecas, me he dado cuenta de que las cigüeñas ya no anidan en los campanarios, sino en los postes de la luz.

Y porque al ir a comprar unas pastas en el Real Convento de Santa Clara, en Tordesillas, asistí a la resistencia de la hermana repostera:

- Ave María Purísima.

- Buenos días, hermana, quería...

- Ave-María-Purísima.

- que buenos días digo, que me ponga...

- A-ve-Ma-ría-Pu-rí-si-ma.

- O contestas como toca o te quedas sin pastas, asistí.

- ¿Y cómo es...?

- Mierda de secularización, se oye al otro lado del torno.

- Sin pecado concebida.

- Sin pecado concebida, hermana.

- Espera, guapa, que empezamos, Ave María Purísima...

- ... sin pecado concebida.

- Muy bien, hija mía, ¿qué deseas?

- Pues quería unos pestiños y unas cocadas.

- Marchando, bonita, son 10,90 del ala.

Luego me enteré de que a Sor Ventisca no había quien le quitara del puesto de repostera, porque siempre había estado estupendamente dotada para las relaciones con el público. Pero las noticias le llegaban tarde, y lo descristianizado de la sociedad le seguía sorprendiendo.

La clausura es lo que tiene. Que no sales, y no ves los postes de la luz.

1 comentario:

Sofia dijo...

Y si lo de anidar fuera de los campanarios tiene más que ver con cuidar los tímpanos de las crías, que algo tenía que hacer la especie, para evitar la sordera que llevaban los polluelos a puro "campañazo" desde que eran huevos...

Aunque para sorda, sor Ventisca que confunde tu hombruna voz con la de una grácil mozuela, será debido que como no ve hombres dentro, pensará que tampoco lo hay fuera del convento. Tenías que haber probado a contestarle a la primera: "sin cántaro por Sevilla" que dicho entre dientes se parece a "sin pecado concebida" y feliz, te hubiera dado un pestiño más por el mismo precio.

Siempre me pregunto si por la secularización, como en el caso del problema de la escasez de curas, se notará también en el número de monjas de clausura.

Con la descristianización, cuando ya no queden clarisas, haremos como las cigueñas, llevaremos los huevos a Iberdrola, para aquello de pedir buen tiempo para las bodas.