miércoles, 12 de mayo de 2010

empastes


Las conversaciones que tengo con mi dentista no tienen desperdicio. Me contó que ahora la gente solo quiere empastes blancos, porque son más bonitos.

- ¿más bonitos? ¿pero es que cuando conoces a alguien le miras dentro de la boca?

Luego me puso la anestesia y se hizo el silencio. Y cuando hay silencio, me da por pensar. Que hay personas que se preocupan mucho de la belleza exterior. Suelen tener bastante, y quieren agrandarla. O bastante poca, pero entonces tienen lo que comúnmente llamamos "algo". Es guapo, decimos. O no es guapo pero es simpático. O, directamente, no es guapo pero a mí me gusta, porque soy de gustos raros. Este primer grupo es el de las personas atractivas.

Y luego están lo obsesionados con la belleza interior. Tanto que cuando van al dentista le dicen que ni se le ocurra ponerles un empaste de plata, por mucho que sea más resistente, porque son feísimos.

No lo había pensado, pero a lo mejor, igual que hay gente guapa de cara, hay gente guapa de muelas. O gente que se enamora de otra por lo bonitos que tiene los empastes.

1 comentario:

Sofia dijo...

Supongo que a los del grupo de la belleza interior pertenecían aquellos japoneses que propusieron la moda de poner las prendas íntimas por encima de la ropa, tanto para señoras como caballeros.

Creo que sólo se vieron en las pasarelas. La gente en general no se atrevió.

Sólo algunos y algunas que, están por la belleza interior, pero son discretos/tas y llevan el pantalón caído, por lo que podemos observar sus tangas y slips y también esas chicas que usan los calzoncillos de marca como pantalones de verano.