lunes, 17 de mayo de 2010

sociología (2)

En una terracita al sol de la primavera, por aquello de era domingo y tocaba sociología, nos pusimos a discutir acerca de qué era eso que llevaba aquella señora amarrado con unas cintas a la muñeca. Yo, vista la edad y el estado general de la mujer, decía que podía ser un instrumento para medir la presión arterial, de esos que te leen la tensión cada diez minutos y te la comunican por sms. O un desfibrilador automático, o un suministrador de insulina. Y ella me decía que no fuera idiota, que eso no era más que una funda con dibujos del pato Donald, y que lo de dentro era el teléfono móvil.

La verdad es que lo del móvil da para horteradas de todo tipo, desde las melodías hasta las fundas y otros gadgets para convertirlos en colgajos o hacerlos fluorescentes. Pero yo me negaba a creer semejante cosa porque pienso que hasta el comportamiento más hortera tiene un límite.

Al final, ni para tí ni para mí. Aprovechando que se levantó para ir al baño, preguntamos educadamente a quien le acompañaba a ver qué era esa cosa.

O no nos entendió la pregunta o le sentó muy mal, porque nos contestó que era la bateria, que su suegra iba a pilas.

1 comentario:

Sofia dijo...

¡Qué reflejos y qué mala leche la del yerno!

O igual es verdad y era Ken con su suegra, el último modelo de "Barbie Madre Política" que están probando para sacar al mercado para Navidad los de Games and Activities for Girls, de Mattel.