miércoles, 20 de enero de 2010

low cost

Cuando uno viaja con Ryanair se le pegan un montón de comportamientos low cost, que luego tarda mucho tiempo en corregir, con los consiguientes conflictos en su entorno de relaciones.

El embarque es más bien el abordaje. Al tradicional grito de "maricón el ultimo", los primeros codazos tienen lugar delante mismo de la puerta 1 (en los aeropuertos en los que opera Ryanair hay dos puertas, la uno y la dos). Y como estos vuelos suelen ser frecuentados por gente a la que volar le pone, o que viaja de muy buen humor, o que hace tiempo que no hace el cabra, siempre hay dos o tres que van lanzando chanzas por encima de las cabezas del resto de viajeros, que bastante tienen con emplear codos y caderas en guardar el espacio, y no prestan atención a esos graciosos.

Como llegar pronto al avión tiene recompensa, los comportamientos asociales se repiten en la pista. Sobra decir que los fingers están reservados a los viajeros normal cost, y que los autobuses están igualmente reservados a los aeropuertos de las ciudades que aparecen en los mapas. Y si quieres subir al aparato tienes que darte un paseo. Tanto se alteran los nervios que yo mismo me sorprendí un día sacando la lengua a una señora entrada en kilos y en años, a la que además le pesaba el abrigo de pieles y que acarreaba el carrito de un bebe bastante llorón y con mocos. Lo hice en el momento de sobrepasarla mientras corría en dirección a las escalerillas.

Al poner el pie en la cabina y ver la sonrisa irlandesa de la azafata de Fuenlabrada piensas que ya has llegado, pero aun queda lo peor.

1 comentario:

Sofia dijo...

Pues no he viajado nunca con Ryanair y ya me da pena porque con eso que cuentas parece divertido.

Habrá que ver al personal cuando hacen la representación los azafatos/atas del protocolo a seguir en caso de accidente, porque animados por la pérdida de modales anteriores lo mínimo que me parece que pueda pasar es que le llegue un calcetín sudado a la cara mientras los demás pasajeros imitan sus movimientos en plan pandilla de gorilas.