sábado, 9 de enero de 2010

los hombres de mi vida

Estos días cumple mi padre ochenta y un años. ¡Qué pasada!. Y Elvis, 75. Mira tú, dos de los cuatro hombres de mi vida.

Con mi padre algunas costumbres han cambiado. Antes, hasta el mes de julio más o menos, lo visitaba yo. Me hacía los treinta kilómetros hasta su casa cagándome en la madre que parió al alcalde de Gordexola, que ha sembrado de badenes el camino, y nos comíamos unos pinchos de roquefort con anchoas de lata, porque por cuestiones de salud tenía vetada la sal. Lo acompañábamos de un reserva Maset del Lleó mientras veíamos cualquier mierda de partido de la Carling Cup por el pedazo de parabólica que tenía. Ahora es él quien me visita, sobre todo por las noches, y a horas intempestivas. La edad no perdona, y tiene los horarios un poco alterados. Yo le doy un beso y le digo que se vuelva a la cama.

Y qué os voy a decir del rey. Nada. Recordarle con esta canción que compuso una vez. Escuchándola hoy se me ha ocurrido dedicársela a mi padre, como hace la gente que llama a la radio, aunque él la dedicó a su antigua novia.


No hay comentarios: