sábado, 23 de mayo de 2009

un delfin vino a Bilbaooo (cantando)


"Está perdido y desorientado, y es importante que no se le acose, y evitarle cualquier tipo de estrés", leo en la prensa de la mañana. ¿Un profesor?, ¿una ministra?, ¿un funcionario de correos?. Nada de eso. Un delfín. En la ría de Bilbao, a la altura de la iglesia de San Antón (tan emblemática que aparece en el escudo de la ciudad), y poniéndose hasta aquí de verdel y chipirones que sobran en el Mercado de la Ribera, que está justo al lado de la Iglesia.

¿Desorientado? Ja!. Es el delfín mejor orientado del Golfo de Bizkaia. ¿Qué os pensáis que hacen todos esos cetáceos que solemos ver desde Punta Galea dando vueltas a 100 metros de la costa? Buscan la entrada de la ría como los hombres la Atlántida. Llegar a Bilbao y morir a gusto. Y este, que la ha encontrado, tiene detrás a los especialistas de la Diputación y a toda la corte celestial para hacerlo salir. Anda ya!, pensará, si estoy como Dios. En Bilbao, contemplando el Guggenheim desde una perspectiva inédita y comiendo a todas horas, sin depredadores detrás que me hagan la vida imposible.

Dicen que ayer, cuando estaba apalancado en Zorrozaurre haciendo una foto de la Carola y el Palacio Euskalduna para colgarla en el facebook, se le acercó un humano y se estresó (la noticia no dice cómo notó el humano la subida de estrés del animal). Y una porra estrés. Con lo que me ha costado entrar, de aquí no me sacáis ni a tiros, dijo en delfino. Y el buzo de la Diputación, que no sabe delfino, pensó que era estrés.

A los que tendrían que vigilar es a los de fuera, que andarán con sus servicios de inteligencia revueltos buscando al intrépido protagonista de esta historia. Como encuentren la entrada del Abra y enfilen ría arriba se va a montar una buena, y la ministra Chacón va a tener que traer la goleta del Indico para ordenar el tráfico de delfines y personas. Y la Diputación va a tener que resolver un problema de conciencia gordo, que la campaña de "aquí no queremos turistas, queremos amigos" se le va a volver en contra si ahora que vienen estos amigos marinos utilizamos las fuerzas del orden para invitarles a volver a su casa.

Yo a este delfín le hacía socio de la ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera). Pondría una foto suya en el escudo de Bilbao para hacer compañía a los dos perritos. Y le haría cada año escolta oficial de la gabarra del Athletic. Se lo tiene merecido.

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