viernes, 29 de mayo de 2009

mono florescente


Un equipo de científicos japoneses ha dado un importante paso en la investigación médica al conseguir crear monos trangénicos portadores de la proteína fluorescente verde, que permite ver con mayor claridad la evolución de las patologías.

A mi el jet - lag me afecta mucho cuando viajo a Madrid. Irremediablemente me duermo en el avión de la mañana, rodeado de ejecutivos del Santander. Y cuando me despierto en Barajas soy víctima del desfase horario. Porque me he levantado a las cinco, porque he dormido la siesta a las siete, y porque en Madrid, aunque es la misma hora que aquí, la gente va como si fuera una hora tarde a todos los sitios.

Así que cuando leí la historia del mono "florescente" (en mi casa había florescentes y se comían cocretas con mechamel) creí hallarme bajo los efectos de tal desajuste. ¿Un mono florescente para ver mejor la evolución de la patología? Bueno, si no ves la patología, al menos ves al mono. O lo que el mono ilumine.

Me imagino que la clase médica habrá acogido con regocijo la noticia. Sobre todo los celadores, que pasaban mucho miedo llevando camas con enfermos por oscuros pasillos. Y los médicos también. Los que se enteren, claro, que ya habrá alguno que se alarme al verte entrar con la proteína en la consulta:

- pero ¿qué le pasa? está usted verde.
- no se preocupe Dr Sánchez, es mi color natural. Tomo esta porquería desde que me quitó un testículo pensando que era una amigdala. Ahora aplíquese al diagnóstico, que lo tiene a huevo.

Y si fracasan sus aplicaciones médicas, se me ocurren otras: comprar un mono florescente con patología para la mesilla de noche. Si te cansas de leer, que siga él. O que te quite las gafas y el libro de la cara cuando caes rendido o el libro es insufrible. O un mono florescente con patología para llevar en el maletero del coche por si tienes una avería. O para que no te pille el toro al hacer la mochila para el campamento de verano, que yo siempre estoy sin linterna. O para contestarle a una hija, cuando se pone pesada preguntando que si puedo ver la tele, que si puedo jugar al ordenador. Nada. Quédate mirando al mono y anota en esta plantilla de observación la evolución de la patología, que se ve estupendamente y así ayudas al porvenir de la humanidad.

Un porvenir transgénico y florescente.

4 comentarios:

Sofia dijo...

Sí, tu "rite,rite" de los descubrimientos de la ciencia. Las cosas más insólitas valen después para los temas más inesperados.

Hoy me he encontrado con un compañero de carrera, que venía del médico asombrado de cómo había conseguido quitarle un dolor de espalda. El diagnóstico había sido: tenía en el cuello un lunar, afectado de una infección vírica, que le afectaba al pisar y su propio cuerpo lo compensaba con un movimiento de cadera, que a su vez le provocaba una mala postura y el consiguiente dolor de espalda.
¿Qué le ha llevado al médico a dicha conclusión?
O alguna emisión fosforita de esas japonesas que dices, o ver muchas películas de la serie House.

Sofía.

Blanca dijo...

Pues el otro día yo, me encontré con un amigo que cojeaba. Al preguntarle el porqué de su "mala pata", el hombre me soltó que fue con la resonancia de la rodilla izquierda al cirujano y tras la operacion, descubrión con estupor, que la rodilla intervenida había sido la derecha. Verdad de la buena.
Así que ahí "anda" el pobre, recuperándose de la que tenía buena y en lista de espera para que le arreglen la mala.
Que digo yo, que si le hubieran dado la pócima que le dieron al mono..., a lo mejor, habrían acertado.

Blanca dijo...

Acabo de "descubrín" que en mi comentario anterior he puesto "descubrión"; quizás he hecho un "ajilimójili" entre lo que se encontró mi amigo, y lo que pienso del cirujano. Por suerte, de momento estamos ante "Hous" y no ante "mentalistas" que lean lo que pensamos.

Sofia dijo...

Ja, ja, ja!. Muy bueno, Blanca.