lunes, 11 de mayo de 2009

Me aburro


Amy Winehouse se aburría. Se conoce que había oído antes las canciones, o que repetirlas una y otra vez, hoy en Jamaica y mañana en Navalcarnero, puede con ella. "Lo siento, estoy aburrida", dijo, en mitad del concierto, y se fue.

Por lo menos es sincera. Podía haber dicho que se había olvidado de descongelar el pescado para la cena, o se que le pasaba la hora de la OTA, o que tenía una reunión en otro sitio, que es lo que decimos los demás para desaparecer de las reuniones de vecinos.

Yo nunca me aburro. Esta perorata vacía, estúpida e insulsa como pocas, viene propiciada por un rato que he pasado en la calle, sentado a la puerta de casa, sin llaves, esperando a alguien. He intentado aburrirme pero no he podido. Ni siquiera lo limitado de mi universo sensorial -yo, mi culo concretamente, y la piedra sobre la que reposaba- ha podido con mi proverbial capacidad para entretenerme con cualquier chorrada.

El aburrimiento es una sustancia pastosa que se le pega a algunos en el genoma y les provoca malestar en el cerebro. Dicha sustancia, que permanece larvada en algún lugar de su interior, se activa con más frecuencia los domingos por la tarde y en los conciertos de Amy Winehouse.

Y como yo los domingos por la tarde no soy, y en mi vida he ido a un concierto, tengo a la bicha contenida.

5 comentarios:

ana dijo...

aita!!
simpre me dices k te aburro!!

ana dijo...

UN MUXU aitatxu!!!

Seda dijo...

Hola Hola!

Bego dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pedro Mendigutxia dijo...

Bienvenido!