sábado, 3 de abril de 2010

Plan de vacaciones: contemplar obras de arte contemporáneo


Podéis visitarlo vosotros mismos, y quedaros con la misma cara de bobo que yo: http://moma.org/interactives/exhibitions/2010/marinaabramovic/index.html.

Marina Abramovic es una figura clave del arte de la performance. Su nueva obra se titula the artist is present, que es algo así como aquí estoy yo (y me voy a reir hasta de tu padre). Hasta el 31 de mayo la artista se sienta delante de una mesa e invita a los visitantes del MoMA de New York a sentarse enfrente y contemplar su imperturbabilidad y su impasibilidad. También puedes declinar la invitación y sentarte entre el público a ver qué caras ponen la imperturbable y el otro.

Así pasa Abramovic siete horas cada día. Y nueve y media los viernes. Sin comer. Sin beber. Sin mover los músculos más allá de lo que permita la imperturbabilidad. Sin ir al baño. Te cagas. Bueno, no.

Si te aburres viendo esta performance tan entretenida significará que eres un raro y que no aprecias el arte moderno. Y para que te instruyas en sus fundamentos y experimentes la intemporalidad de la obra de arte, se presenta en el mismo museo una retrospectiva de la artista. Qué bien. Destacan dos. Dos cosas, u obras de arte: imponderabilia, en la que dos actores desnudos situados debajo de una puerta bloquean el paso al visitante obligándole a encararse con uno de ellos, y relation in time (la de la foto) en la que dos performers están sentados de espaldas unidos por los pelos.

Los de los porteros en pelotas a lo mejor tiene su aquel, por ver si les engañas y pasas sin tener que encarate con ninguno, pero mirar a estas dos personas y deducir de la contemplación lo de la intemporalidad una manera de lo más sofisticada de hacer el imbécil.

Pero soy yo, que tengo la dimensión estética atrofiada.

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