domingo, 18 de abril de 2010

menos mal que la reunión era informal


La reunión era informal pero no lo parecía, porque habían decorado la Cibeles y porque el cordón policial llegaba hasta la plaza de Chueca, y cacheaban a todos los sospechosos. Y también a una mujer entrada en años que llevaba una bolsa de plástico del Simply.

- pero si solo vienen a tomar café, que lo he oído en la radio.

- calle, señora, a ver, ¿adónde va usted con esas tijeras?

- es que soy costurera...

- claro, y yo soy Von Karajan. Confiscadas. ¿Y esas granadas de mano?

- pero sin son de comer, que a mi marido le gustan en la ensalada. Es que vengo del súper.

- confiscadas, que son las once y no hemos desayunado.

Como el encuentro era informal, los ministros de Economía y Hacienda de la Unión Europea no se juntaban en la sede del Ministerio del ramo, sino en el Ritz, que es un hotel informal, al que puedes entrar en vaqueros y no te dicen nada aunque te miren raro. A las once de la mañana, mientras tenía lugar la escena que he descrito, los ministros que habían llegado se habían tomado tres cafés y habían acabado con los suizos de la bandeja. Todavía faltaban los del Báltico, los escandinavos, los de las islas, los alemanes, los polacos y los centroeuropeos.

- ¿Mañana tienes algo?

- Una reunión en Madrid, pero es informal, así que madrugo un poco y viajo en el día.

Pero no llegaron, porque este planeta es tan pequeño que un volcán, colocado en la esquina izquierda del mapa de Europa, arriba, entró en erupción, escupió ceniza, y luego el viento la esparció por todo el continente. Y los aviones se quedaron sin volar. Y los ministros sin viajar.

- No hace falta que madrugues, cariño, que hay una nube volcánica sobre nuestras cabezas.

- Bien!

Así que en Ritz, para no aburrirse, y como la reunión era informal, bajaron unas mesas de pin pon, y se pusieron a jugar, mientras en el exterior la policía se esforzaba por mantener la seguridad.

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