miércoles, 28 de abril de 2010

las mantas de la tele


En mi casa hay dos tipos de mantas: las de llevar en el coche y las de la tele. Para las camas tenemos edredones. Y si pasa uno frío, aún con edredón, se sobrepone una manta, cogiéndola del coche o de delante de la tele.

Sí, porque en mi casa hay la costumbre de meterse debajo de una manta para ver la tele. En invierno y en verano. Haga frío o calor. Hay personas en mi casa, concretamente todos menos yo, que pasan calor cuando hace calor, pero que cuando se ponen delante de la tele se tumban y se tapan con la manta de la tele.

Cuando estamos viendo la tele los cinco juntos, la sala parece el campamento base de una expedición al Annapurna, y yo me siento como un pulpo en un garaje, medio desnudo, con las piernitas al aire y sin tapar. Al parecer, se trata de una costumbre que viene de Igualada, donde hace mucho frío y mucha industria textil. Esto es, hacen muchas mantas, y como luego no hay tantas camas como mantas, pues las usan para ver la tele. Imagino que si ve la tele sin manta, un catalán se siente mal, porque desaprovecha una manta. Y eso no.

Y ahí no acaba la cosa. Han elaborado, los catalanes digo, una teoría para justificar esta extraña costumbre, que tiene que ver con la alteración de la temperatura corporal en el momento de hacer la digestión. Todo para decir que un ser humano puede tener frío en Barcelona en agosto a las tres de la tarde. Y eso sí que no.

A mí me parece inaudito, pero la verdad es que en mi casa nadie pasa frío. Menos yo.

2 comentarios:

Sofía Cela Echevarría dijo...

¡Caray Pedro!, acabo de meter el comentario a la publicación tuya del blog de hoy y me sale tu egunon de mañana. ¡qué retraso llevo!

Unknown dijo...

no seras bon catala si no tens fret desppres de dinar .No serás buen catalán si no tienes frío después de comer