domingo, 20 de diciembre de 2009

toros

180.000 amigos de los toros han puesto en marcha una iniciativa legislativa que ya ha llegado al Parlament de Catalunya. Se trata de prohibir las corridas de toros en todo el territorio catalán. Lo cual demuestra que lo que no se consigue es porque uno no se mueve un poco para pedir la firma a 179.999 amigos de los que tiene o al mismo número de personas que piensan igual o parecido en algún asunto.

Pero a mi me llama la atención lo preocupados que están por lo que sufren los toros. Si sumas todas las horas que han dedicado al tema esas 180.000 personas seguro que da mogollón. Y estoy contento porque es un tiempo que no han invertido en fastidiar al prójimo.

Pero me parece que es gastar energía a lo tonto. Al fin y al cabo, en el orden debe estar claro que primero va el ser humano, y luego los toros, los caballos menorquines, los burros catalanes, las cobayas y los demás miembros del reino animal. Y hay millones, más que toros, de personas, algunas muy pequeñas, que sufren un sufrimiento muy absurdo a estas alturas de la historia.

A ver si estamos a lo que estamos.

2 comentarios:

Sofia dijo...

Lo primero es lo primero, nadie lo duda.

Pero es cierto también que en este mundo hay gente para todo y algunas veces ese dedicarse a aspectos inusitados de la realidad hace que se encuentren soluciones para cosas importantes que parecía imposible llegar desde allí.

Seguro que los que investigaban las radiaciones lo hacían por mero espíritu científico y luego se aplicaron a la cura de lesiones provocadas por traumatismos y a destruir células malignas.

La verdad que no se me ocurre para qué puede servir esta pelea por salvaguardar a los toros, que no sea para ello mismo, pero igual cuando estén sólo para vivir en las llanuras de Castilla, son donantes de células en las que investigar terapias contra el cáncer, por poner un ejemplo. O resultan ser animales de compañía gentiles para que las vacas den mejor leche.

Aunque aunar esfuerzos para causas prioritarias es más efectivo, indudablemente.

maika dijo...

Pues a mi sí se me ocurre para qué puede servir esta pelea por salvaguardar a los toros: para hacernos más humanos. No creo que usar un argumento tan evidente como que por que haya humanos que sufren, sea de tontos pensar en los animales.Al contrario, entiendo que ser capaces como sociedad de ser sensibles ante el sufrimiento de sea la especie que sea, nos hace más grandes.Y no lo digo yo,vulgar especimen de la especie humana,lo dijo GHANDI, humano con letras mayúsculas: "La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser medidos por el modo en que son tratados sus animales".

A mi me da verguenza que a ese trato vegatorio y cruel a un animal que como dicen es noble, le llamen la fiesta nacional. Me fastidia ver como se le humilla y tortura hasta la muerte. Y me sucede lo mismo cuando año tras año me entero de la cantidad de animales de compañía que son abandonados, o de que matan gorilas y les cortan las manos para hacer ceniceros chic para turistas cabrones, o rinocerontes por su cuerno de oro, o animales por sus pieles lustrosas,o tirar al burro del campanario y coger al ganso de turno por el cuello hasta arrancárselo porque es uno de esos día en que toca pasarselo bien en las fiestas patronales de aquí y allá...y no sigo, que la lista sería larga muy larga.

Pues sí,reconozco que soy muy sensible con estos temas,al igual, por supuesto, que lo soy con los que atañan a personas que también sufren la crueldad, injusticia u olvido de sus congéneres, lo cual extrema la gravedad del asunto. Esto último - tener que justificarme diciendo que por supuesto también los humanos me importan- algo tan evidente que no necesitaría aclaración, se convierte en cansina muletilla previa a toda discusión referente a este asunto de los derechos de los animales...

Hagámonos más humanos...