Un día los habitantes de Suiza dijeron que en su país no se podía edificar minaretes. Y unos en el ABC les alabaron el gusto diciendo que lo último que nos faltaba es escuchar la muecín a las cinco de la mañana canturrear sus pláticas.
Otro día el ministro de Exteriores de España le pidió a una mujer en huelga de hambre que "colaborara un poco" para desbloquear una situación que ellos habían creado.
Otro día los ultraderechistas de Viena invitaron a sus colegas neonazis de Roma y Madrid para montar una juerga aprovechando la visita del Athletic de Bilbao a la capital austriaca. Y decoraron el estadio con pancartas con el lema "Viva Franco", y con banderas fascistas españolas.
Mierda de Europa.
1 comentario:
Pues sí, cuando pasan esas cosas y otras del mismo calibre, es cuando estamos en la zona baja del bucle que señala el progreso histórico. Es triste, pero parece que la historia, en algunos aspectos, debe coger breada hacia atrás para seguir luego hacia adelante y cuando pasa eso, menos mal que hay muchos que nos damos cuenta de la barbaridad que es.
Es cuando me acuerdo de Primo Levi y de sus reflexiones en "Si esto es un hombre", de tener presente, muy presente las barbaridades históricas, que lo sepan los jóvenes, para que no se repitan; porque tenemos tendencia a repetir errores. El hombre tropieza una cuantas veces en la mima piedra.
Pero yo me pregunto ¿qué educación han mamado los ultras?. ¿quiénes creen que son?. ¿Dónde queda la razón y la moral?.
Por ahí se dice que los humanos lo somos no sólo por poseer inteligencia simplemente, sino por racionalizar los impulsos. Ayer en el partido se veían únicamente impulsos sin racionalizar. ¡Qué triste!¡Qué poco humano!
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