sábado, 12 de diciembre de 2009

Miedo al Atlético de Madrid

Unos investigadores que andaban trajinando con el cerebro de los seres humanos y comparándolo con el de unos roedores han descubierto en él un mecanismo novedoso y utilísimo. Han visto en alguna neurona inexplorada que se pueden sustituir los recuerdos horripilantes por otros más tranquilizadores. Así por ejemplo, el del coco por el de una tortilla de patatas. O el de la niña del exorcista por el de una vez que viste el mar en calma desde una terracita mientras te tomabas una caña con unas olivitas.

Ya han probado el mecanismo en ratas, aunque estas no toman cañas ni saben distinguir el sabor de una tortilla como la que hace mi cuñado el de Sant Feliu de Codines del de unos asquerosos desperdicios. Y no se sabe por qué otro recuerdo habrán sustituido el del terror que les producen los gatos callejeros. A lo mejor por el del queso, aunque ya sé que esto no es muy ocurrente.

Dicen que el mecanismo descubierto será de gran ayuda en los casos de estres postraumático, como cuando te pegas una leche en coche o cuando se te aparece un fantasma en una noche de tormenta en medio de unas montañas rumanas habitadas por vampiros. Y que el efecto dura hasta un año, transcurrido el cual vuelve el recuerdo del trompazo y la visión del fantasma o del vampiro o de lo que sea que se te aparezca. Bueno, algo es algo.

Llamé al médico que firmaba el estudio y le dije que necesitaba su ayuda, porque yo tengo un miedo atroz a la visita del Atlético de Madrid, porque siempre nos gana. Y me dijo que es muy fácil, que cuando se me aparezca Forlán piense inmediatamente en el capitán del Athletic levantando la Copa de S.M. el Rey en medio de cincuenta mil gargantas rojiblancas enfervorecidas. Pero este recuerdo es tan lejano, tan evanescente, tan de color sepia, que no tiene ningún efecto. Y en vez de Forlán se me aparece Ayala, aquel día de Guruceta en San Mamés, o de Leivinha, el día que Tomeo alargó el partido hasta que nos eliminaron, o Futre y Hugo Sánchez, cuando nos ganaron la Final, o Kiko, el año de Stepanovic.

No hay adelanto médico, farmacológico o no, que elimine mi miedo al Atlético de Madrid.

2 comentarios:

Sofia dijo...

Pero es sólo porque no te ha aplicado del todo la terapia. Primero tienes que meter al Atlético en un cuadrado amarillo y allí sustituir la imagen por la goleada del Atlhetic... y entonces sí que se cumple.

Te saltas una fase importante del proceso y entonces ya no sirve.

Aunque yo tengo otro remedio para quitar ese miedo, son tres partidos seguidos ganados frente a ellos..... y ya quitas el miedo para el cuarto. Mira qué fácil.

Blanca dijo...

Tu haz fuerza; mucha fuerza. Y piensa que cae uno..., y otro..., y otro... (A favor, claro!)Y que a fuerza de seguir cayendo -continúan a favor, por supuesto-, empiezas a sentir un poco de pena, -porque malo del todo no eres-, por este equipo que te lleva a tener pesadillas. Y mientras sientes la pena..., los goles (¿he dicho que a favor?), continúan...,y continúan cayendo...
Y bueno; puede que el miedo no se te quite, pero... ¡¿Y el rato que pasas mientras lo imaginas ...?!!!