viernes, 6 de noviembre de 2009

zapatos planos



Parece que vive en un piso de esos del barrio de Salamanca con techos tan altos que los varones tienen que hacer pis sentados, por miedo a que el eco haga sentir una intempestuosa granizada de verano donde no hay otra cosa que una micción de tres al cuarto.

A las noches llega a casa derrengada, y no tiene el cuerpo más que para sentarse con su marido y sus hijos a cenar y compartir fatigas y alegrías. Sólo cuando los vapores del ribera del duero llegan al cerebro y este emite las órdenes que liberan la lengua de las cadenas que le impuso el cargo, ella se anima a proponer un juego:

- venga, va, a ver a quien se le ocurre la chorrada más gorda para decir mañana a los periodistas. Algo que los descoloque bien.

- cántales "qué bonitos ojos tienes", y así cambias el rollo ese de que "son ustedes muy amables, muchas gracias" dijo uno.

- que Gallardón y tú fuisteis novios antes de conocer a papá, apuntó otro.

- algo que haga que te miren a los pies, que haces mala cara, mamá, de verdad, sugirió el último.

El final ya lo sabéis:

- Ya saben ustedes que cuando llevo zapato plano no hago declaraciones. Son ustedes muy amables, muchas gracias.

1 comentario:

Blanca dijo...

Lástima, no los lleve siempre!!!