lunes, 16 de noviembre de 2009

Los buenos vecinos

Loor a los vecinos rumbosos, que se llevan a tus hijos se excursión, gratis, y te los devuelven comidos, cenados y con una mochila cargada de regalos: el diente de un dinosaurio, un blandi blub, una baraja americana, dos cuadernos, una hucha, dos camisetas, una cantimplora y un llavero rosa. Son, los vecinos buenos, digo, imprescindibles para el equilibrio social, tan deteriorado por los otros, los malos vecinos, los que te llaman para decir que no les gusta cómo viste la chica que cuida a tus hijos, o que se chivan al presidente de la comunidad de que han sido ellos los que hacen pis en la planta del rellano, esa que crece tan hermosa, a los que les molesta que toques el piano un domingo a las diez de la mañana, los que cuelgan las sábanas sin centrifugar encima de tus plantas, los que importunan con confidencias que te importan un carajo, los que llevan un cuadrante con los turnos de limpieza del patio y te recuerdan el tuyo cada mañana de los quince días anteriores para que no pase como la otra vez, que te olvidaste, los que votan que no a todo en las reuniones si tú votas que sí, a los que les molesta que te duches a las seis y media de la mañana, no sin antes aliviarse uno y tirar de la cadena, porque dicen que no son horas, los que esperan a que seas tú el presidente para proponer arreglar el tejado y los que pasan el dedo por el pasamanos después de que tú hayas hecho la escalera porque se creen los encargados del control de calidad.

Que Dios los bendiga a todos, los vecinos buenos, y que nos inspire los mejores pasteles para hacer más bonitas sus tardes de otoño, y que juntos reconstruyamos la armonia que los otros reventaron.

2 comentarios:

Sofia dijo...

Ahora que me ha tocado ser presidente de la comunidad, doy fe de que haberlos haylos de todo tipo, menos mal que los buenos superan a los vecinos malos y el que es extraordinario redime a los demás.

Anónimo dijo...

a los vecinos buenos les tendrias que hacer una dedicatoria...
en plan a los aitas de ander, que se lo lleban una semana o a los gurasos de aitor, que lo traen lleno de regalos...