sábado, 28 de noviembre de 2009

el hurto

- ¿quien ha cogido dos condones de mi cartera?

- yo no, uno.

- ¿qué es eso?, el otro.

Todo le pilló desprevenido, sin defensas y sin un discurso sereno y articulado. Todavía no habían llegado en la Escuela de Padres al tema de la educación sexual, y llevaba una temporada apuntando dudas en una lista para ese día, porque por lo visto iba a ir una experta de esas que hacen programas en la tele en las madrugadas de las cadenas privadas.

Así que se mantuvo natural. O se lo hizo.

- ¿qué dices que te han cogido?

- dos condones!

- ¿de cuántos?

- los dos únicos que me quedaban!

- ... ?!!

- seguro que han sido ellos, que andan todo el día revolviendo en mis cosas!

Después de un interrogatorio al uso supo perfectamente quien era el autor de hurto. Y su convicción se vió confirmada al revisar la agenda del sospechoso. La nota de la maestra estaba en rojo, encima:

- necesito hablar con vosotros de un tema delicado. Llamadme cuanto antes, por favor.

Y empezó a prepararse para el día de la vergüenza. Olvidando que tenía una conversación pendiente con la hija adolescente a quien habían agraviado con el hurto.

3 comentarios:

Blanca dijo...

Bueno, lo primero tranquilidad, que sin ser una servidora experta en derecho, si no ha habido violencia - que parece que no- y la sustracción no supera los 400 euros -cosa que doy por sentada, porque ya me dirás de que material compra "las gomitas" el fulano de tu historia...-, pues el hurto se convierte automáticamente en falta y creo que la medida correctora ante tal afrenta contra la convivencia, no es la cárcel.

Lo de la maestra es otra historia, que si la mujer está inspirada..., puede ser como para "amarrarse la faja" lo que a ese pobre hombre le espera.

Di que, siendo como fue ayer el día del maestro y con un fín de semana por delante..., a lo mejor simplemente le da unas palmaditas al "pringadillo" y le habla de eso de que el orden es importante..., y que un sitio para cada cosa ¡que mira que andar por el mundo sin "profilacticodera"...

Ahora bien, dudo que le devuelva el objeto en cuestión. Posiblemente se lo mantenga requisado hasta fín de curso ¡pa`que aprenda!

Sofia dijo...

Pues sí, recuperar la confianza de la hija adolescente no deja de ser una gran tarea. Sentir que recupera la dignidad será el primer paso, pero saber que perdió la confianza de sus padres en ella, no se borra tan fácilmente.

Todo depende de lo que se le dijo al atribuirle la situación a ella, también. Si con la falta de declaración de la autoría, le cayó o no una lluvia de reproches.

Sí, lo veo todo más complicado con la adolescente culpada injustamente. Ahí hay labor para más tiempo. Quizás toque, según cómo sea, oirle "sí, lo habré sido yo" en ocasiones posteriores; o lo que sería peor, no oirle decir nada, pero saber que lo está pensándolo.

Habrá que dar un bálsamo adecuado a esa herida, porque la falta de confianza perdida duele mucho y más con esas edades.

Bego dijo...
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