miércoles, 18 de noviembre de 2009

Alakrana

Y se fueron las unidades móviles de todos los medios de comunicación a la búsqueda de las reacciones de los familiares de los marineros liberados.Uno esperaba escuchar que qué alegría más grande Dios mío, y poco más. Lo justo para ensanchar un poco el alma y alegrarse un poco con las alegrías de los que tan putas las han pasado.

Pero no. He aquí que el reportero se dirige a la mujer de uno de los marineros gallegos, imagino que preguntando que qué hara usted cuando vuelva a ver a su marido, y esta manda los tópicos a la porra y le contesta que muchas cosas, alguna de las cuales no se puede contar aquí. Hala.

Mi hijo de siete años ve las noticias conmigo. Y me pregunta que por qué no se puede contar lo que va a hacer.

Y yo le digo que será un secreto. Y él me dice que a lo mejor se van a cenar por ahí. Y yo le digo que igual. O que le habrá preparado los macarrones que sabe que le gustan. O que le habrá comprado una camiseta del Madrid, de CR9. Y él me dice que ya. O que a lo mejor se quedan charlando hasta tarde tomando una copita de cava, o de vino. Y yo le digo que puede. O que puede que se den un beso largo de esos que se dan en las películas. Y él me dice que eso no, porque esos besos no existen, que sólo se dan en las películas. Y yo le digo que igual sí, porque lo del Alakrana es como una película de esas que terminan bien, cuando se besan. Y él me dice que sí.

1 comentario:

Sofia dijo...

¡Qué tierno!

Hoy empezarán las peticiones de responsabilidades de la actuación y de vendrán abajo las sonrisas.