jueves, 19 de noviembre de 2009

Vaya mierda de amigos

Ahora que entre todos van oscureciendo uno a uno todos los detalles que rodearon los cuarenta y siete dias de secuestro y la liberación del atunero, hay uno que a mí me anda rondando la cabeza y que me tiene distraido de lo fundamental, que es congratularse del pedazo de embajador que tenemos en Kenya, de lo coordinadas que han estado las distintas instituciones y de lo bonito que va a ser el regreso a casa y el reencuentro con las familias.

Me refiero al caso de los dos piratas detenidos y trasladados a España. No se donde leí que, al parecer, la detención se produjo cuando estos dos individuos, que viajaban en un esquife que remolcaba la motora de los secuestradores, fueron dejados a su suerte por éstos, en su intento de aligerar lastre mientras trataban de huir de la patrulla de la armada que intentaba evitar el secuestro.

Abandonados por sus supuestos compañeros, en manos de unos extraños, llevados en avión a miles de kilómetros, compareciendo delante de jueces y médicos que les miraban la boca, que les sacaban sangre y que les medían la clavícula, no sé si acabaron de enterarse de que mientras ellos esperaban un juicio que podía acabar con doscientos años de cárcel, los otros se paseaban por la playa borrachos perdidos después de la mariscada que se habían pegado tras repartise el botín.

La próxima vez preguntaran algo mas antes de elegir compañeros de aventuras.

1 comentario:

Sofia dijo...

Está claro que los piratas no saben de amistad o lealtad nada más que al dinero.

De la misma forma podrían conseguir botín entregando uno a uno a la justicia a sus propios "compañeros" de secuestro, si no fuera porque se quedan sin gente para hacer las tropelías.