
Cuando le digo a mi hijo que tiene una cosa a la derecha, o a la izquierda, hace un curioso giro con todo el cuerpo y empieza a mover las manos, como para orientarse. Es muy gracioso. Egibar debía ser igual de pequeño. Le oí el otro día decir que entre Munilla y la pared de su derecha no había nadie. Tururú. Lo que viene ocurriendo estos días con los pronunciamientos públicos de la jerarquía católica española demuestra que el jeltzale estaba equivocado. O desorientado, moviendo así los bracitos, como mi hijo.
Por ejemplo. Martínez Camino está, o a la derecha de Munilla, u ocupando la misma baldosa que él, y a la misma distancia de la pared. Si no, no se entienden las barbaridades que dice. Es como si habitara en una burbuja diseñada por él y otros jerarcas, aislado de todo contacto con el asqueroso mundo este, para no contaminarse, a la derecha del todo (no del Padre), a un par de años luz de millones de católicos que se curran lo de vivir el evangelio a pelo cada día, como mejor saben. Y que pasan auténtica vergüenza ajena al verle repartir excomuniones delante de la prensa. Razón tiene Bono al exteriorizar el cabreo de muchos.
Pero hete aquí que a la derecha aún hay más gente. O la pared estaba muy lejos o están todos apelotonados. Mirad cómo hablan de M. Camino unos simpáticos cristianos pertenecientes a una secta a la que el Santo Padre, siguiendo el sentido inverso al que marca el secretario de la Conferencia Episcopal Española, quiere incorporar de nuevo a la comunión eclesial:
Martínez Camino con su lenguaje turbio y obscuro es digno discípulo de su mentor el cardenal de Madrid. Es el prototipo de lo que ocurre en el soviet de Añastro (calle en la que está ubicada la sede de la Conferencia Episcopal en Madrid). http://cruxetgladius.blogspot.com es la dirección del blog del que he tomado esta cita, que os la pongo porque seguro que estáis pensando que me la he inventado para hacer una gracia, y para que veáis dónde está la derecha y donde la izquierda, con alusión al comunismo incluida.
Bueno, pues esto es lo que hay a la derecha: excomuniones, obscuridad... ¿Y la acogida (la de Jesús a los pecadores)? ¿Dónde está, a la derecha o a la izquierda?
Desde aquí una cordial invitación a estos hermanos de la derecha a venirse a la izquierda de la Iglesia, la que dice Munilla que no existe. Se respira otro aire, no sé.