domingo, 7 de junio de 2009

butifarras y personas



A Rajoy no le gusta la gente con la que le ha tocado vivir. Ya me lo olía yo desde que dijo aquello de "qué gente!" dirigido a la bancada socialista del Congreso en el último debate sobre el estado de la nación. Pero luego, como le veo asando butifarras tan contento, con el chaval que le mira embelesado, creo que no, que aquello es un tic, y que disfruta con las personas. Me engaño. Es que no, que no le gustan. O que no le gusta tener que perder su tiempo compartiendo país con algunas. En concreto, con Cayetana Guillén - Cuervo y las que son como ella.

La actriz y presentadora y su marido celebraron el otro día en el Ayuntamiento de Madrid una ceremonia de otorgamiento de ciudadanía a su hijo Leo. Un acto laico en un país laico. Algunos llaman a ese acto "bautizo civil", a lo mejor porque les gusta poner nombres raros a las cosas. O quizá lo nombran así de manera despectiva, porque lo ven como un ataque más del laicismo, ese demonio rojo que nos devora y no nos deja ser felices.

Que pelmas con lo del laicismo. A ver quién les convence de que un Estado laicista no es Lucifer. Y que podría darnos un "esperanto moral" (Paul Cliteur) en el que entendernos todos los que creemos en la democracia, en los derechos humanos y en la ley, sea cual sea nuestra religión.

Escuché en la SER (www.cadenaser.com) cómo se despachó Rajoy en un mitín diciendo que "ese" era el personal con el que "nos" (a ellos) ha tocado convivir. Y siguió así: "Ayer (ellos) hicieron un bautizo civil" (aquí se oyen unos ja, ja, jas, ante los que el orador se crece) "Es que es algo verdaderamente notable. El ridículo es interplanetario, eso sí que es interplanetario: el ridículo colosal de alguna gente”. Bueno, lo de los planetas no es original suyo. Lo toma de Leire Pajín, que dijo en otro mitín no se qué barbaridad sobre las conjunciones planetarias, que es lo bueno de tener a astrólogos haciendo de políticos.

Pues yo le alabo el gusto y la coherencia a Cayetana. Y más cuando comparo el acto de bienvenida a su hijo con la mierda de bautizo que tuvo el mío. En el suyo escuchaban respetuosos a su padre recitando a Benedetti. En el mío no escuchaba nadie al cura. Y había veinte lechuguinos engominados y sudorosos con cámaras de vídeo y corbatas verdes y naranjas pegando codazos y diciendo palabrotas para llegar primero a la pila. En el suyo imperó la lógica. La civil y democrática. En el mío, como en el noventa por ciento de las primeras comuniones de estos días, ganó el absurdo.

A Rajoy no le gusta esta gente. Eso, o que sus asesores le dicen que dé carnaza a los que suspiran por aquella España católica de mantilla y procesión, de palio sostenido por la Benemérita, en la que no tenían que aguantar, ni Rajoy ni los que le ríen las gracias, a toda esta cuadrilla de socialistas ridículos.

E interplanetarios.

3 comentarios:

Sofia dijo...

En la foto el chico o señor, le mira entusiasmado.
No creo que se pueda decir lo mismo de la chica o señora: ni le mira y está levantando las tenacillas con la butifarra tanto, tanto, que no sé a donde quería llegar. Y no tiene cara de estar muy contenta.

Y ahora ya en serio, lo que vale en los actos ya sean civiles o religiosos, son los fundamentos sentidos que te llevan a realizarlos. En los bautizos,comuniones y bodas religiosas tiran mucho más todos los aledaños que lo fundamental.
Mis hijos fueron los únicos que hicieron la comunión vestidos de calle, y los vi más normales que el que iba de marinero hasta el pito y la super Barbi que parecía una novia enana. Y que conste que creo que hay vestidos de comunión, sencillos y bonitos. El sacerdote consiguió moderación y sólo hubo fotos cuando él lo indicó. Claro que muchos padres refunfuñaban por no poder sacar al niño subiéndose los calcetines o quitándose los mocos el día de su comunión.

Mientras pese más el exterior y las apariencias que el interior, vamos de cráneo. A ver si por la reacción del péndulo histórico estamos ya a punto de dar el bandazo hacia el otro extremo, para darle la importancia a lo que de verdad la tiene. Cada cual cómo lo sienta.

Bego dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
maika dijo...

Pues yo me enorgullezco de haber ejercido de la "tía malaleche" que de regalo de comunión les agasajó a su sobrina (a la que adora y quiere como hermana y casihija)y a su sobrino político(chaval majo,guapo,sanote y encantador donde los haya)con sendas Biblias edición tocho(por lo grande) que reposará en los estantes de sus algun día futuros hogares y sendos globos terráqueos que por desgracia lo único que hacen es restar espacio encima de los escritorios de los chavales (o en los trasteros). Y por qué, os preguntaréis,tamaña putada cuando cabía esperar la PSPXXXX, la mini cadena, el peluco o la pulsera de turno?? Pues porque cuando las cosas me sacan de quicio(y eso que las comuniones de Raquel y David no fueron de las peores...) me rebelo. ¡Hay que ser consecuentes amigos! Por cierto, Rajoy me saca de quicio!!!!!