sábado, 18 de abril de 2009

Quiero ser tu amigo


"Quiero ser tu amigo". No, no es lo que le ha dicho un niño de seis años a otro de siete, que además tiene balón, en el patio de la escuela, mientras meriendan. Aunque igual también. Se lo ha dicho Chávez a Obama. Ayer mismo, en medio de la refriega de apretones de manos y fotos que preceden a estas cumbres internacionales.

Está bien. Vuelven a ser como niños y eso es bueno, porque si no se hacen como niños tienen bastante complicado conocer la verdad de las cosas, que ya lo dijo Jesús, el de Nazaret. Veo además algo en ese gesto que me recuerda a la imagen del los niños en la escuela: también en Trinidad y Tobago el mayor de los dos (mayor de grande, él -la foto no deja lugar a dudas- y su país), además de ser mayor, tiene "balón". Y es bueno hacerse amigo de este tipo de chavales, porque así puedes jugar el partido que suele organizarse después de acabar el bocadillo.

Está bien. Lo bueno sería que, además, a ese gesto de amistad le siguiera otro. Mejor dos. Que el amigo del balón permitiera al embajador de Venezuela volver a Washington. Y que el otro dejara al embajador estadounidense volver a Caracas. De ese modo, además de ser amigos ellos, les iría mejor a los venezolanos que viven en los Estados Unidos y a los norteamericanos que viven en Venezuela. Porque de lo que se trata en estas cumbres es de ver cómo podemos hacer para que les vaya mejor a los ciudadanos. ¿O no?

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