sábado, 5 de junio de 2010

Ileso

Se saltó un control de la Ertzaintza con un katxi en la mano. Se dió a la fuga, apagando las luces para que la policía no pudiera seguirle, y acabó estrellado contra un talud 15 kilómetros más allá.

Ileso.

Un pena.

Se podía haber roto una pierna.

O una uña.

1 comentario:

Sofía dijo...

Si ya lo decía Calimero que este mundo no es justo.

Que tampoco es para desear un mal a nadie.

Pero te puede pasar que bajas la basura a velocidad normal y sin que te persiga nadie, con las luces de la escalera encendidas y te pegas un morrón que te escayolan hasta las pestañas.

Y claro, el zangolotino del katxi sacando la conclusión de ser el superhéroe de la cuadrilla, animándose a repetir la azaña y tú cogiéndole miedo hasta para bajarte de la cama.

Calimero, hijo mio, ¡que razón tienes!